Pese al gasto de 2 millones 73 mil pesos en cada automotor blindado, el titular de la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas (Sepaf), Ricardo Villanueva Lomelí, dijo que el programa de austeridad del gobierno estatal sigue adelante, ya que la compra de los vehículos no es un lujo, sino una acción para la seguridad del mandatario estatal.

Sin duda la política de austeridad está vigente y está consumada con hechos concretos. El tema de la compra de vehículos blindados no es ni un lujo, ni algo que queramos hacer, es un tema de seguridad que obedece a que el gobernador del estado requiere por seguridad este tipo de vehículos”, enfatizó.

Villanueva Lomelí explicó que la vida útil de un auto blindado para el trajín de un gobernador es de apenas de 2 a 3 años, razón por la que debieron renovar las camionetas que hoy están todavía en servicio.

Se trata de vehículos que tienen una vida de uso muy corta. El uso para un particular o un empresario tienen una garantía de cinco años. Una suburban normal a lo mejor alguno de ustedes podrá usarla 10 o 12 años, pero un vehículo de estos cuando mucho, su vida útil es de cinco años. En el caso del movimiento de un vehículo de uso del gobernador, la vida útil está entre dos o tres años”, precisó el funcionario estatal.

Sin dar mayores detalles señaló que en algunos de los autos al servicio del despacho del gobernador, ha habido siniestros y por ello se han tenido que cambiar por otros.

La compra de las camionetas se hizo desde el mes de diciembre y recién llegaron a Casa Jalisco para revisar si cumplen con las especificaciones de la licitación respectiva.

Una de las dos unidades no cumple con las especificaciones solicitadas y la Subsecretaría de Administración la devolverá al proveedor. El vendedor tiene hasta el mes de mayo para la entrega a tiempo de las dos camionetas.

Hace dos años se compró una camioneta 2011 y ahora la adquisición se hizo en diciembre. En 2012 la unidad blindada costó casi 90 mil pesos más cara.

Desde el primer día que se publicó el programa de austeridad, se aclaró que el tema de seguridad quedaría excluido, porque no son unidades de lujo.

El gobernador se mueve en una camioneta blindada por seguridad, no por gusto”, añadió.

En dado caso, las camionetas reemplazadas podrían someterse a subasta y así recuperar alguna cantidad de dinero.

Ignacio Pérez Vega, La Jornada Jalisco