La decisión, que se produce en medio de especulaciones sobre un posible ataque israelí a las instalaciones nucleares de Irán, refleja la creciente preocupación de Washington por los riesgos de una escalada de tensiones para las bases y el personal estadounidenses.
Esta medida, acompañada de un aumento de las medidas de seguridad, subraya la gravedad de la crisis actual y sus posibles implicaciones para la estabilidad global.
La orden de Austin, firmada el 11 de junio de 2025, permite a las familias de los militares destinados en los países del Golfo, incluyendo Baréin, Kuwait, Catar y los Emiratos Árabes Unidos, así como en Irak y Siria, abandonar la región por solicitud propia, informó Associated Press.
La decisión se produce tras la declaración de alerta máxima en las bases estadounidenses, según Reuters.
El Pentágono también comenzó a evacuar al personal no esencial de la embajada en Bagdad y a los empleados civiles de la Quinta Flota en Baréin, lo que, según The Washington Post, se debió a información de inteligencia sobre posibles ataques de Irán o sus aliados, como Hezbolá y las milicias respaldadas por Irán en Irak.
La situación se ha agravado debido a las especulaciones sobre un ataque preventivo por parte de Israel contra las instalaciones nucleares iraníes.
Según The Times of Israel, funcionarios israelíes, incluido el primer ministro Benjamin Netanyahu, están considerando dicha medida debido a la falta de avances en las negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán.
Irán, a su vez, ha intensificado su retórica belicosa: el ministro de Defensa, Aziz Nazirzadeh, según Al Jazeera, declaró el 10 de junio que, en caso de guerra, Teherán atacaría todas las bases estadounidenses en la región, citando la exitosa prueba del misil balístico Khorramshahr-4 con una ojiva de dos toneladas.
Esta declaración, como señala Bloomberg, aumentó las tensiones, obligando a Estados Unidos y sus aliados a tomar medidas preventivas.