Al menos cinco mil personas que viven dentro del polígono donde se construirá el Aeropuerto de Santa Lucía están supuestamente en riesgo de perder calidad de vida, alertó la Academia Mexicana de Impacto Ambiental (AMIA).
Tras advertir que el resolutivo de impacto ambiental que autorizó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la construcción de la terminal no establece medidas de mitigación que protejan a la población del impacto de las emisiones atmosféricas y sonoras, Magdalena Colunga García-Marín, vicepresidenta de la AMIA, dijo que el impacto del ruido derivado de las operaciones aeroportuarias, amenazan a las comunidades aledañas a las pistas del nuevo Aeropuerto.
En un encuentro con integrantes de la AMIA, la bióloga realizó un análisis del resolutivo de impacto ambiental.
«No se difunde, no se hace público que la construcción del Aeropuerto requiere demoler instalaciones como viviendas, censos, escuelas que están dentro del polígono del Aeropuerto que se van a tener que reubicar con un costo que no es detallado ni tampoco se evalúa el riesgo que puede significar que cinco mil personas vivan dentro del polígono del nuevo Aeropuerto», explicó.
«Tampoco dan medidas de mitigación para el ruido y esto afecta a la población que está asentada a las cabeceras de las pistas».
Respecto a la infraestructura que sí se proyecta construir, Colunga García-Marín reprobó la operación de una planta de tratamiento de residuos al interior de la nueva terminal, porque eso significa un sitio atractivo para fauna nociva como ratas, ratones, y esto nos atrae la presencia de aves dentro del Aeropuerto.
Además, señaló que no consideró una rehabilitación de todos los cuerpos de agua aledaños que podrían servir para el reposo de aves playeras.
Añadió que “al vivir adentro de un Aeropuerto con estas emisiones de ruido y a la atmósfera, por supuesto que los habitantes pierden calidad de vida, pienso que hubiera sido mejor reubicarlos y conservar esos terrenos para futuro crecimiento del Aeropuerto".
En la Manifestación de Impacto Ambiental presentada por el Ejército a la Semarnat se detallan cuáles son los principales riesgos de afectaciones para los municipios que rodean a la obra, y que cambiarían de forma drástica la vida diaria de los habitantes. Así lo refiere la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) -encargada de la construcción- en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que envió a la Semarnat, y que fue avalada por dicho organismo a través de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental al considerar que el aeropuerto civil-militar no implica un riesgo ambiental grave, aunque estableciendo 16 condicionantes en el oficio 05525, para mitigar y compensar las posibles afectaciones.
El ruido
Considerando los niveles de ruido que se pueden llegar a producir con el despegue de los aviones, “hasta más de 70 dB(A) en el perímetro de las instalaciones”, se señala en la MIA, “el impacto ambiental en los niveles de ruido en el entorno inmediato se puede considerar como adverso significativo”. El cual impacto sucede en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México y en cualquier aeropuerto internacional.
El impacto de ruido, se agrega, “es el de mayor repercusión pública de todas las potenciales afectaciones de un aeropuerto, manifestándose en un gran número de quejas de las comunidades de residentes en la vecindad de la instalación”.
Las comunidades que resentirían más el ruido, al ser más cercanas a las zonas de despegue y aterrizaje, son San Miguel Jaltoncan, Santa Ana Nextlalpan, Paseos de San Juan, Santa Lucía, Los Reyes Acozac, y Santa María Ajoloapan.
Mala calidad del aire
La entrada en operación del Proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía “contribuirá de forma continua a la emisión de contaminantes”, señala el documento.
“Se tendrán emisiones contaminantes a la atmósfera por la combustión de la turbosina en el movimiento de las aeronaves, generando principalmente contaminantes como óxidos de nitrógeno (NOx) y gases de efecto invernadero como dióxido de carbono (CO2).
“Además, se espera un importante incremento en el flujo vehicular por las actividades asociadas” al funcionamiento del aeropuerto, dice la MIA.
Una de las condicionantes que estableció la Semarnat, para aprobar el Aeropuerto, es que se establezca un Programa de monitoreo y seguimiento de la calidad del aire.
Mala calidad del aire
La entrada en operación del Proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía “contribuirá de forma continua a la emisión de contaminantes”, señala el documento.
“Se tendrán emisiones contaminantes a la atmósfera por la combustión de la turbosina en el movimiento de las aeronaves, generando principalmente contaminantes como óxidos de nitrógeno (NOx) y gases de efecto invernadero como dióxido de carbono (CO2).
“Además, se espera un importante incremento en el flujo vehicular por las actividades asociadas” al funcionamiento del aeropuerto, dice la MIA.
Una de las condicionantes que estableció la Semarnat, para aprobar el Aeropuerto, es que se establezca un Programa de monitoreo y seguimiento de la calidad del aire. Entre otras medidas, se deberán establecer programas diversos para Atenuación o mitigación de Niveles de Ruido como barreras de sonido "deflectores" (jet blasters) en las pistas, barreras de sonido en los alrededores del aeropuerto constituida por árboles, medidas de administración y control operaciones de aeronaves con base en el nivel de ruido emitido, de Manejo de Residuos, y de Prevención y Respuesta a Contingencias Ambientales Derivadas de Eventos Meteorológicos Extraordinarios y de Riesgo.