El menor nació en la noche del pasado viernes 9 de agosto en el municipio de Ocosingo (Chiapas) y debido a complicaciones de salud (asfixia perinatal) fue trasladado de urgencias a un centro sanitario cercano y en la mañana del día siguiente al Hospital General de Palenque.

El sábado, los médicos le informaron a Manuel Hernández —el padre— de la muerte de su recién nacido. Horas más tarde, Hernández recibió una orden para recoger el cuerpo de su hijo, pero fue un familiar suyo quien se encargó de esa diligencia.

El familiar arribó al Hospital General de Palenque, en Chiapas, a recoger el cuerpo del recién nacido, pero personal del nosocomio le entregó un ataúd cerrado que en realidad estaba lleno con sábanas y basura.

Reportes detallan que Manuel Hernández, se dio cuenta de los hechos cuando abrió el ataúd en su domicilio ubicado en la comunidad de El Limonar, en el municipio de Ocosingo, y en lugar de ver el cuerpo de su hijo, encontró sábanas, bolsas de plástico y basura.

Manuel explicó que su hijo nació en su domicilio, pero debido a la complicación del alumbramiento lo trasladó al hospital de San Domingo de Ocosingo, de donde después se desplazó junto al pequeño al Hospital de Palenque, nosocomio en el que fue atendido a las 07:00 horas.

A las 11:00 horas, al padre de familia le avisaron que su bebé había fallecido. A las 14:10 horas, Manuel recibió la orden de bajar al sótano del hospital a recoger el cuerpo del bebe; sin embargo, por el dolor emocional, un familiar acudió a la morgue donde un policía de guarda le entregó el acta de defunción y un ataúd cerrado.