Esto significa, por ejemplo, una tercera parte de lo que costó la Ciudad Judicial. Para obtener los recursos, el funcionario ha asegurado en reiteradas ocasiones que fue con ahorros, aunque la realidad es que “infló” los presupuestos de los últimos cinco años, para tener millonarios remanentes.
Según la información que aparece en la página web de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco (ASEJ), cada año el auditor superior presenta una propuesta de presupuesto que, con el paso de los meses, se modifica radicalmente. El funcionario señala cantidades millonarias para pagos de salarios de plazas que no existen. Luego, al ejercerse los recursos, el capítulo de servicios personales se reduce en varios millones de pesos y en mayor proporción aumenta el correspondiente a bienes muebles e inmuebles.
La partida a donde van principalmente los recursos era la que antes se denominaba 5105 “edificios y locales”, y que actualmente es la 583 “edificios no residenciales”.
Además de “inflar” su presupuesto, el auditor superior también ha tenido otra fuente de ingresos para financiar su edificio, que son los recursos extraordinarios entregados por el gobierno del estado. El anterior gobernador, el panista Emilio González Márquez, le entregó 80 millones de pesos, de los que 30 fueron para pagar el terreno donde se construyó la nueva sede de la ASEJ y otros 50 millones para las obras.
Del actual gobernador Aristóteles Sandoval no es posible saber si ha entregado recursos extraordinarios, pues su Administración estatal no transparenta el ejercicio de sus recursos, como hacía el anterior mandatario.
En diciembre de 2012, los diputados locales eliminaron una propuesta que había presentado Emilio González de darle 60 millones de pesos al auditor superior para la construcción del edificio.
El terreno que ocupa el nuevo edificio de la Auditoría Superior fue adquirido en 2010 por Alonso Godoy Pelayo, en una cuestionada operación, pues pagó 69.5 millones de pesos, unos meses después de que la empresa que le vendió lo había adquirido a su vez en 39 millones de pesos. Además, el predio estaba en litigio y tenía un embargo que fue levantado por un juez, solo durante un periodo en el que se dio la transacción.
Según la información que aparece en la página de Internet del órgano fiscalizador, el proyecto ejecutivo del edificio lo realizó la empresa Tei Construcción S.A., a la que se le pagaron 17.9 millones de pesos. La obra fue ejecutada por la empresa Pared Urbana, que resultó adjudicada por su propuesta de 230.3 millones de pesos.
Además, han habido otros dos gastos que da a conocer la ASEJ. Uno por 17.9 millones de pesos para la compra de muebles y otro de cerca de medio millón de pesos para la instalación de cortinas.
Si se hace un comparativo entre los presupuestos presentados por la Auditoría Superior y el ejercicio final de los recursos, se podrá encontrar que la partida de Bienes muebles e inmuebles crece cada año. El más significativo fue 2010, con un 739.5 por ciento de incremento, pues fue programada en 11.5 millones de pesos y cerró en 96.7 millones de pesos.
La partida de edificios tuvo gastos millonarios desde 2009, cuando se ejercieron 30 millones de pesos que no habían sido presupuestados. Al año siguiente, se llevó a 85.5 millones de pesos. En 2011, cerró en 59 millones de pesos, mientras que en 2012 fue de 77.5 millones de pesos. El año pasado se ejercieron a través de la misma 30.4 millones de pesos, para un total en esos cinco años de 282.6 millones de pesos.
Por Sonia Serrano, Milenio