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Domingo, 20 Abril 2014 08:46

A 22 AÑOS DE LA TRAGEDIA DEL 22 DE ABRIL: CIEGOS Y SORDOS (entre ellos el inepto de Trinidad López Rivas) Destacado

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Guillermo Cosío y Carlos Salinas de Gortari

Estravismo, miopía o ceguera total, la de la Procuraduría General de la República y del juez Sexto de Distrito en Materia Penal que investigaron y juzgaron el caso 22 de abril de 1992, al concluir que no existían elementos para acusar a nadie de 212 fallecidos y 69 desaparecidos.

 

Negligencia criminal en Pemex, en la entonces SEDUE, en el SIAPA, en el Gobierno estatal y municipal y por encima de ellos, la actuación como cínicos de oro de Carlos Salinas de Gortari y Francisco Rojas, entonces presidente y director de la paraestatal respectivamente.

Recuento de las pruebas y testimonios, muchos de ellos en el expediente penal que reflejan el abierto actuar delictivo de Pemex, desapercibido a los ojos y criterio de la PGR y del juzgador.

1. 23 de marzo de 1983: Una de cuatro explosiones provocada por hidrocarburos vertidos por Pemex, destruyó el colector sobre la calle Sierra Morena, provocó serios daños a las viviendas a lo largo de ocho manzanas y pérdidas sin cuantificar a decenas de automóviles, además de por lo menos 20 personas lesionadas.

El gobernador Enrique Álvarez del Castillo, Gabriel Covarrubias Ibarra tesorero del Estado y Eugenio Ruiz Orozco, secretario General de Gobierno, negociaron su silencio con Pemex a cambio de un cheque de 252 millones de pesos para resarcir los daños.

Dejaron correr la versión de que la explosión por Sierra Morena, pudo ocurrir por los desechos hospitalarios depositados desde el Centro Médico de Occidente del IMSS.

2. Octubre de 1991. Ya en el gobierno de Guillermo Cosío Vidaurri, una explosión hace volar las alcantarillas en dos calles de la colonia Valle del Álamo, muy cerca de la Planta La Nogalera de Pemex.

3. 19 de abril de 1992. Vecinos de la calle Gante reportaron que de las alcantarillas y resumideros dentro de sus casas, salían olores a gasolina, acudiendo los bomberos quienes tras hacer una revisión les dijeron que no había peligro.

4. 20 y 21 de abril. Continuaron las quejas de los vecinos sobre los fuertes olores a hidrocarburos. El director de Protección Civil del Estado, Juventino González Parra, declararía después ante el juez, que ni siquiera conocía los explosímetros.

La noche del 21 de abril bomberos y elementos de vialidad cerraron el tránsito por la calle Gante desde Avenida del Ejército hasta la Calzada Independencia. Gualberto Limón Macías, director del SIAPA, refirió que esa noche le informaron que había un problema de explosividad en el Colector Intermedio Oriente, pero ya por la madrugada los técnicos de Pemex le aseguraron que la explosividad había bajado y no había riesgo.

Esa misma noche fueron ubicadas varias pipas de Pemex extrayendo gasolina del subsuelo, sin que informaran jamás a las autoridades estatales o municipales de la magnitud del derrame.

5. 22 de abril. Minutos antes de la primera explosión, el director de Bomberos de Guadalajara, Trinidad López Rivas, declaró a Notisistema que no existía ningún riesgo en el área. (Trinidad López Rivas es actual Director de Protección Civil de Jalisco)

A las 10:10 horas se registró la primera de 10 explosiones en el cruce de la Calzada Independencia y la calle Aldama, abriendo un hueco de aproximadamente 10 metros de profundidad por 30 de ancho, al cual cayó un autobús urbano con pasajeros.

La herida se abrió a lo largo de 11.5 kilómetros, destruyendo alrededor de mil 500 viviendas. La Procuraduría Estatal sólo registró 212 fallecimientos y 90 desaparecidos, además de miles de lesionados.

A las 12:10 horas, la bitácora de flujo del poliducto Salamanca-Guadalajara, indica que se suspendió el bombeo, logrando recuperar 800 barriles de un total de mil 800, equivalentes a 159 mil litros de gasolina nova derramada. Esa noche las autoridades federales y personal de Pemex, filtraron la información de que una planta aceitera había derramado miles de litros de hexano y ese era el origen de las explosiones.

En el auditorio del CODE, esa noche el espectáculo de cadáveres era dantesco, depositados en el piso para que los angustiados familiares identificaran a padres, esposas, hermanos o hijos.

Alrededor de las 22:00 horas, el presidente Carlos Salinas, quien sin duda tenía conocimiento de que Pemex era el responsable de la tragedia, acudió a mostrar sus habilidades histriónicas a la zona de Gante, donde cientos de voluntarios buscaban sobrevivientes entre los escombros. Ahí lo acompañaron el presidente municipal Enrique Dau y el gobernador Guillermo Cosío, quienes luego fueron acusados de enviar maquinaria pesada a la zona de desastre, cuando aún buscaban sobrevivientes.

Más tarde Carlos Salinas explicó a los periodistas que había dado un plazo de 72 horas al procurador Ignacio Morales Lechuga, para determinar las causas, deslindar responsabilidades y concluir si existió negligencia criminal de servidores públicos en la tragedia. “En caso también de determinarse estas responsabilidades se procederá a exigir las indemnizaciones y la reparación de los daños por quien o quienes resultaron responsables”, sentenció.

Salinas de Gortari ordenó también que Pemex destinara 100 mil millones de pesos (100 millones de los actuales), para iniciar los trabajos de reconstrucción en la zona siniestrada.

6. 23 de abril. A las 02:40 horas en el SIAPA se recibió vía fax el resultado de las muestras analizadas, donde se precisaba que el líquido que provocó la explosión era gasolina nova.

Gualberto Limón le pidió una aclaración a Manuel Silva, responsable de Pemex en Jalisco, pero éste sólo respondió que sabían de una fuga en el cruce de las calles Esmeril y Ferrería de la colonia Álamo Industrial.

El director del SIAPA declararía semanas después que eso le informó al gobernador Guillermo Cosío Vidaurri a las siete de la mañana, pero ni ese día, ni en los años siguientes, el Ejecutivo estatal señaló a Pemex.

A las 21:30 horas, el alcalde Enrique Dau (Hoy actual funcionario estatal en el gobierno de Aristóteles Sandoval) deslizó en una entrevista la participación de la paraestatal en la tragedia: “Tengo entendido que a estas horas, tanques pipa de Pemex están extrayendo combustible en la zona (Álamo Industrial) donde se detectó la fuga”.

7. 24 de abril. Enrique Dau solicita licencia como presidente municipal. Los regidores panistas Manuel Baeza y José Manuel Verdín, acusaron a Pemex de provocar la tragedia y citaron que 14 años antes una explosión por avenida López Mateos hizo volar las tapas de alcantarillas, una de las cuales mató a un automovilista.

8. 25 de abril. Enrique Chavero Ocampo, coordinador de la fracción priísta de Jalisco en la Cámara federal, responsabilizó a Pemex de la tragedia y calificó de criminal que sus funcionarios hayan ocultado la información sobre la fuga de gasolina. Peritos de la Procuraduría General de Justicia de Jalisco, concluyeron que del 01 al 23 de abril de 1992, de la gasolina nova enviada de Salamanca a La Nogalera, había un faltante de 18 mil 797 barriles, equivalentes dos millones 988 mil litros del combustible que se supone también derramaron.

9. 27 de abril. Ignacio Morales Lechuga, titular de la PGR, concluyó con las hipótesis del derrame de hexano como causante, y con la fuga del poliducto de Pemex desde un agujero de un centímetro de diámetro.

Acusó por omisión a Enrique Dau y al secretario de Desarrollo Urbano y Rural, Aristeo Mejía Durán (Hoy actual funcionario estatal en el gobierno de Aristóteles Sandoval), así como a cuatro funcionarios menores de Pemex y tres del SIAPA, entre los que no se contó al director Gualberto Limón. Ese día se consignó a ocho de ellos.

Esa fecha, el delegado de SEDUE en Jalisco, José Luis Ibarra García, envió un oficio a Petróleos Mexicanos, solicitando explicara “la amplitud de la fuga de hidrocarburos procedente de un poliducto propiedad de Pemex, al enorme volumen recolectado de estos por su propio personal y ante la necesidad de estar seguros de que la cuantiosa descarga de energía expansiva que se liberó durante el episodio acontecido el 22 de abril”.

10. 30 de abril. Guillermo Cosío Vidaurri presenta solicitud de licencia como gobernador ante el Congreso del Estado.

11. 8 de mayo. El senador Porfirio Muñoz Ledo en una visita a Guadalajara, pidió juicio político para el director de Pemex, Carlos Rojas y para el titular de la SEDUE, Patricio Chirinos. Recomendó procesar a Guillermo Cosío Vidaurri.

12. 12 de mayo. Se crea el “Patronato para el Auxilio e Indemnización de los Afectados”; al frente queda Gabriel Covarrubias Ibarra, quien en 1983 recibió un cheque de Pemex por 252 millones de pesos para reparar el daño por la explosión en la calle Sierra Morena.

13. 29 de mayo. El gobernador interino Carlos Rivera Aceves declara que no descarta utilizar la fuerza pública para desalojar a los damnificados que se oponen a que sean demolidas una parte de viviendas por la Calle Gante.

14. 1 de junio. Una treintena de damnificados que estaban de plantón en la Plaza de Armas, son desalojados con violencia por un grupo de antimotines. Nueve días después fueron consignados cinco policías estatales responsables del ataque. (En ese entonces era Subsecretario de Seguridad Pública, Arturo Zamora Jiménez, actual Secretario General de Gobierno en el gobierno de Aristóteles Sandoval) 

15. 3 de junio. Antonio Acuña, coordinador de servicios técnicos de Pemex, declaró que tan sólo de tres puntos del subsuelo en la Colonia Valle del Álamo, habían recolectado 900 barriles de gasolina nova, equivalentes a 150 mil litros.

Cayetano Frías Frías

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