Pero se trata de una economía frágil, porque su éxito depende directamente de los recursos naturales disponibles, y se sustenta en los pequeños establecimientos de hasta cinco empleados, 89 por ciento de las empresas de la zona.
La falta de agua, fruto combinado de las crisis del cambio climático, con los avances de la desertificación (la expansión de la frontera desértica inducida por actividades humanas no sostenibles) y con las sequías crónicas, podría llevar a un futuro catastrófico si como agregado, la poca agua disponible de la región se entrega para la ciudad de León, sin que haya siquiera un plan de mitigación y adaptación para el estilo de vida de más de 800 mil moradores de la demarcación del oriente del estado.
Los gigantes de la producción de carne, leche y huevo detentan hasta 80 por ciento de su valor económico, pues son altamente eficientes y mejoran sus condiciones de producción en economías de escala, alta tecnología y acceso a mercados del exterior. No es el caso de los pequeños productores, que por depender de forma más directa del trabajo artesanal y del agua disponible en los pozos, producen menos y se ven sometidos a los vaivenes de mercados, epidemias, sequías y políticas tributarias contradictorias. La historia de las adaptaciones anteriores había sido exitosa: los habitantes recuerdan que en los años 80, la producción avícola no pintaba, y hoy es la más importante del país, por citar un caso.
“Pero no se debe perder de vista que esa pequeña unidad productiva es la que genera empleos, y si falta el agua, puede desencadenarse una crisis social que no están calculando en el horizonte del problema del trasvase”, advierte Juan Guillermo Márquez Gutiérrez, presidente del Consejo Regional para el Desarrollo Sustentable (Conredes).
“No se ha trabajado el tema de la adaptación ante los cambios y los productores deben proteger sus formas de trabajo porque el escenario no pinta bien con un entorno natural de mayor escasez”, secunda Luis Antonio Alba Ruezga, productor agropecuario que ya ensaya la silvicultura adaptada a los dos problemas más acusados de la crisis climática: pérdida de suelos fértiles y menores precipitaciones.
Las regiones se denominan administrativamente Los Altos Sur, con cabecera en Tepatitlán, y Los Altos Norte, con cabecera en Lagos de Moreno. Según los diagnósticos de sus planes de desarrollo vigente, los moradores perciben cada vez más la amenaza ambiental.
Los Altos Sur ocupa el primer lugar del valor total de la producción agropecuaria y pesquera de Jalisco. “Es la primera en importancia en cuanto al valor de la producción pecuaria, con un porcentaje de participación del 30.84 por ciento. Es primer productor estatal de huevo para plato y carne en canal porcino, y segundo en leche de bovino […] primer productor estatal de agave, avena grano, chía y granada”.
Según el Censo Agropecuario 2007, Los Altos Sur cuenta con 6,728 unidades de producción de tipo agrícola, ganadero y forestal. “Las principales problemáticas, en orden de importancia, detectadas por los productores son: alto costo de insumos y servicios, pérdidas por cuestiones climáticas y difícil acceso al crédito”, señala el documento.
“El personal ocupado en la región en 2009 fue de 56,937 ocupados, lo cual representa un incremento de 29.2 por ciento respecto a 2004 lo cual se traduce en 12,876 trabajadores adicionales […] la tasa de crecimiento del personal ocupado registrada en esta región fue la más alta de las doce regiones del estado”.Pero la debilidad se muestra en el rango del personal ocupado por unidad: 15,229 empresas, 89 por ciento del total, no aportan más de cinco empleos.
Para la región Los Altos Norte no cambian las cosas demasiado. Segundo sitio en economía agropecuaria en Jalisco, “segunda en importancia en cuanto al valor de la producción pecuaria, con un porcentaje de participación del 30.31 por ciento –señala el documento respectivo- . Primer productor estatal de carne en canal bovino, carne en canal de ave y leche de bovino. Segundo lugar estatal de huevo para plato, carne en canal porcino, carne en canal ovino, carne en canal caprino y miel”. En la agricultura encabeza la producción de aceituna, alfalfa verde, maíz forrajero, tuna, uva y zanahoria.
Las unidades del sector primario son 8,731. “Las principales problemáticas que los productores reportan son, en orden de importancia, pérdida por cuestiones climáticas, alto costo de insumos y servicios y pérdida de fertilidad del suelo”.
El empleo total de la región es de 47,666 plazas en 2009. Pero de 15,033 unidades económicas, 13,473 (89.6 por ciento) no dan más de cinco puestos de trabajo.
La crisis llegó ya, incluso sin El Zapotillo y su trasvase de agua a León. Pero el futuro podría ser de pesadilla en términos sociales si no se revisan caudales y se reserva agua para el desarrollo de la propia meseta. “La gente ha migrado siempre a Estados Unidos, lo tratará de hacer más si las cosas se afean”, apunta don Primitivo de la Cruz, viejo morador de la delegación de Mezquitic.
Agustín del Castillo, Milenio