durante todo el día, quienes pedían que no se aprobara la reforma y quienes se mantuvieron en el lugar después de que elementos de la policía que estaban en el interior, golpearon y retuvieron en el edificio a dos menores de edad que se manifestaban.
La protesta en contra de la Reforma Energética se salió de control y terminó en trifulca cuando un grupo de inconformes, entre los que había integrantes del movimiento Yo soy 132, de Bases Magisteriales, del movimiento nacional Morena, quitaron los barrotes metálicos y rompieron con palos y piedras una ventana de una de las oficinas del recinto para ingresar. Los inconformes fueron sorprendidos por un grupo de policías antimotines quienes con violencia, gas lacrimógeno y petardos lograron sacarlos y alejar al grupo. En respuesta los manifestantes lanzaron un objeto con fuego a una oficina que pertenece al sindicato del Poder Legislativo.
“Entramos por esta ventana y en la puerta siguiente no había policías y abrimos fácilmente. Ellos llegaron, nos empezaron a golpear, cuando nosotros no estábamos agrediendo. Eran muchos más que nosotros. Patadas, culetazos, gas lacrimógeno… jalaron a mi hijo y lo tenían en el suelo a patadas. Yo los vi. Los estaban golpeando, estaban sangrando”, contó la mamá de uno de los agredidos, Silvia Gómez. Los dos retenidos, eran Vladimir Virgen Gómez, de 17 años y Luis Ángel Arzola, de 15 años.
En el interior del Congreso habían comenzado ya la sesión para discutir la Reforma Energética, la cual, a pesar de que estaba programada para comenzar a las 10:00 horas, de último momento se cambió a las 8:00 horas; la sesión se retrasó debido a que no había quórum y esperaron la llegada del diputado Jesús Palos, quien debido al despliegue de seguridad, debió ingresar por la azotea de un restaurante aledaño y bajar por las escaleras de servicio del Congreso. Finalmente, alrededor de las 14:00 horas fue aprobada la reforma en el Congreso del Estado de Jalisco con 24 votos a favor y 10 en contra.
Al finalizar la sesión el panista Gildardo Guerrero, pidió al ejecutivo estatal que “haga su chamba” y garantice la seguridad de quienes se encuentran dentro del palacio legislativo. La diputada perredista Celia Fausto comentó desde el balcón de su oficina, que los elementos de seguridad les impedían salir debido a la manifestación y calificó la aprobación de la reforma como “el peor robo en la historia de México”.
Se había anunciado la llegada de Enrique Alfaro al lugar, por lo que Movimiento ciudadano había convocado a ciudadanos a manifestar su oposición. Sin embargo, Enrique Ibarra, del mismo partido, anunció que no acudiría para evitar más violencia, y opinó que “a los diputados los citaron a medianoche, empezaron a llegar a las 7:00 horas; a los policías los metieron en la madrugada sin que el presidente del Congreso hubiera solicitado la protección”.
Monserrat Mauleón León, Celina Gómez, Sonia Serrano Iñiguez, Milenio