Hasta ayer por la tarde, ni el Ayuntamiento de Zapopan, ni la Fiscalía General del Estado, se habían acercado a la familia para darles la atención que se establece en la Ley General de Víctimas. El gobierno zapopano sólo expresó sus condolencias por medio de Twitter.
—A mi hermano lo bajaron y a un amigo lo estrellaron contra la parte de atrás de la camioneta, veníamos dos menores de 14 años y dos amigos de mi hermano, a él el policía lo agarró por atrás, le pegó con la pistola en la espalda y fue cuando se le fue el disparo.
—El paramédico me dijo “condición grave”, pero yo no sabía qué tan grave estaba mi hijo hasta que le di la vuelta a la camioneta y vi el charco de sangre —dice el padre de Érick, y en ese momento ya no puede contener el llanto—, después de un rato nos llamó mi hija que se había ido al Hospital Civil para decirnos que Érick ya se había muerto, entonces me dieron ganas de bajar al policía de la patrulla y pegarle, preguntarle que si ya estaba contento con lo que había hecho.
—Se supone que los policías no te pueden encañonar, sólo si les apuntas con una pistola, porque ni siquiera si traes un cuchillo pueden sacar su pistola, para eso están entrenados y traen su macana, no sé por qué le hicieron eso a mi hermano, esas revisiones son anticonstitucionales —dice uno de los hermanos mayores de Érick, quien tenía 21 años y trabajaba en una carnicería desde hacía poco, pero ya se había ganado el cariño de todos. Este sábado, cuando lo enterraron, les pidieron que pasara frente a la carnicería el cortejo fúnebre para despedirse de él.
Los jóvenes acababan de dejar a la novia de Érick para ir a una fiesta de Noche de Brujas, cargaron gasolina y la patrulla se les emparejó a alta velocidad cuando acababan de dar vuelta en Mariano Otero por Periférico hacia el norte, la madrugada de este viernes. La camioneta Jeep Grand Cherokee en la que iban era de modelo 93 y estaba polarizada por atrás, transitaban con las ventanas abiertas.
—“Ya la cagaste”, así le decía el otro policía al que le disparó a mi hermano, yo lo abracé en el suelo.
—Aquí están los zapatos de Érick, también sus otras cosas que me dieron en el Hospital Civil —dice una de sus hermanas, y toda su familia guarda silencio cuando coloca los objetos en la mesa de la sala. Una fotografía del joven muerto mira en blanco y negro desde el fondo de la habitación.
—¿Y su celular y sus collares?
—Los collares sí me los dieron, el celular no lo tenían.
—A mí me pararon hace poco. Soy zapatero, iba caminando con mi costal por la calle y unos policías me dijeron “identifíquese”, uno de ellos me estaba apuntando con su arma y yo le dije “baje el rifle”, “tú no me das órdenes”, ya entonces el otro movió la cabeza y bajó su rifle, así le pasó a mi hijo, es algo que hacen siempre. Ponle a un bruto una charola y una pistola y tienes un policía.
Acerca del asesinato, Jesús Hernán Guízar, director de la Policía de Zapopan, dijo que se trató de una imprudencia y una falta de pericia del oficial que practicó la revisión y aceptó que los uniformados sólo pueden apuntarle a una persona si su vida o la de alguien más está en peligro. Los muchachos no llevaban armas, sólo unos envases de cervezas que dejaron unos amigos suyos cuando bajaron.
—La camioneta también se la llevaron detenida, pero no me había acordado de eso hasta ahora, estaba muy dolido por cómo mataron a mi hijo.
—Nosotros tenemos miedo de los amigos del policía, porque le tomaron sus datos y su teléfono a mi hermano, ya saben dónde vivimos. A los policías uno le tiene más miedo que a los sicarios.
Claves
Caso
- David Ramírez Santiago ingresó a la Policía de Zapopan el 16 de agosto de 2001
- Él y su compañero estaban a cargo de la patrulla P-0632
- La revisión ocurrió pasada la medianoche del jueves 31 de octubre en Periférico y Rinconada Peñaranda
- Los policías informaron a su cabina que habían herido a Chávez Trejo y pidieron una ambulancia
- La madrugada de este domingo Ramírez Santiago quedó a disposición del Juez Octavo de lo Criminal por el delito de homicidio calificado
- El oficial declaró que empuñaba su pistola 9 milímetros cuando hirió accidentalmente al joven
Juan Levario, Milenio
Qucho Monero, El Informador