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Lunes, 14 Octubre 2013 14:04

El Disparate de Ramiro Hernández Destacado

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Ayuntamiento de Guadalajara

Urbanistas aseguran que el proyecto inmobiliario Iconia afectará severamente el entorno ecológico de la Barranca de Huentitán

Con los gobiernos de Acción Nacional el megadesarrollo inmobiliario de Puerta Guadalajara que realizaría la empresa española Mecano América, se empantanó. Ahora la administración del priista Ramiro Hernández García intenta reactivarlo mediante un artificio administrativo.

 

El alcalde y sus colaboradores sólo cambiaron el nombre del proyecto –ahora se llamará Iconia– y sustituyeron a la constructora por otra llamada Operadora Hotelera Salamanca, al parecer también de origen hispano, pero no modificaron el método para otorgar la obra, que será de asignación directa y discrecional.

Según los planes de las autoridades tapatías, el nuevo proyecto ocupará los terrenos ubicados sobre la Calzada Independencia y Periférico Norte, los mismos que el panista Alfonso Petersen Farah cedió con todos los privilegios cuando estuvo al frente del ayuntamiento tapatío, pues exentó a los propietarios de Mecano América del pago de licencias correspondientes por los permisos para desarrollar la obra.

Según el arquitecto Jesús García Rojas, las 13 hectáreas de esa superficie tienen una vista esplendorosa hacia la Barranca de Huentitán y son los más valiosos que tenía el municipio. Su valor, según el especialista en desarrollo urbano, es superior a los 630 millones de pesos. Los beneficiarios españoles también se ahorraron 580 millones de pesos en los trámites de licencias de construcción, dice.

Esa actitud dispendiosa de la administración de Petersen Farah contrasta con la situación por la que atraviesa actualmente el ayuntamiento presidido por el priista Hernández García, pues tiene una deuda superior a los 4 mil millones de pesos, lo cual le impide incluso realizar trabajos de bacheo y repavimentación de calles, según expone García Rojas a Proceso Jalisco.

Al igual que en el caso de Puerta Guadalajara, con Iconia las fallas de origen no han sido subsanadas por las autoridades, entre ellas el uso de suelo –en la zona predominan las áreas verdes– y el esquema de inversión es prácticamente el mismo.

De acuerdo con el entrevistado, el ayuntamiento de Guadalajara modificó el uso de suelo de áreas verdes a mixto. Lo hizo con tal brutalidad para facilitar la construcción  de  súper edificios,  asegura.

Con respecto al segundo punto, los constructores contaron con todas las ventajas, pues no invirtieron nada, ya que las autoridades les aportaron los predios a “valor residual”, así como los permisos de construcción a cambio de obras innecesarias para la ciudad.

Con Puerta Guadalajara se hablaba de un museo, de la remodelación del planetario Severo Díaz Galindo, así como de un centro comercial, un hospital, una escuela, e incluso de construir una nueva sede para la Cruz Roja. Iconia, según el proyecto, contará con un área pública con museo, centro de exposiciones, parque lineal, foros al aire libre y espacios culturales.

No obstante, el 24 de septiembre Hernández declaró que las contraprestaciones deberán analizarse porque, arguyó, existen otros proyectos como la cartera del fideicomiso Voltea a la Barranca.

El desarrollo de Iconia prevé la construcción de 18 torres con  mil 872 departamentos, un centro comercial, hotel y oficinas corporativas. Según las estimaciones, se invertirán 6 mil millones de pesos en la obra, que se iniciará a principios de noviembre próximo.

Los integrantes de la red social de Facebook del grupo Urbanitas –que incluye a urbanistas, ingenieros y arquitectos– expusieron que Iconia es un despojo artero contra la ciudadanía. Para el arquitecto Salvador Dueñas, por ejemplo, con esa obra se eliminará de un plumazo una superficie que bien pudiera ser reforestada y convertida en bosque urbano para el Área Metropolitana de Guadalajara, tan carente hoy de áreas verdes y de esparcimiento públicos.

Para su colega Jorge Fernández Acosta, de la Universidad de Guadalajara, bien puede declararse “enemigo público” a todo aquel que autorice la cesión de ese espacio público a particulares. Entrevistado al respecto, el especialista insiste: “En ese proyecto hay una evidente afectación a las áreas verdes de la ciudad, y una contradicción del gobierno municipal, porque su obligación es preservarlas, e incluso incrementarlas”. Proyectos de esta envergadura no deben quedar en manos de las autoridades, dice. Es necesario someterlos al escrutinio público; la ciudad pertenece a los ciudadanos. En la práctica, comenta, se está transitando a un modelo de ciudad en el que se hacen negocios con los bienes de todos. Y se pregunta: “¿Dónde están los urbanistas? ¿Cuáles son las opiniones consensuadas?… Y si bien los regidores son autoridad, a lo mejor no alcanzan a medir el impacto que un proyecto como éste va a tener. La zona no tiene las características para soportar una inversión de este tamaño”.

Con Iconia –cuyos orígenes datan de la gestión del panista Emilio González Márquez– los inversionistas comienzan a apoderarse lentamente de la ceja de la Barranca de Huentitán, insiste el arquitecto García Rojas.

González Márquez, relata, promovió la compra del llamado predio El Disparate, por 100 millones de pesos y se empecinó en levantar ahí el Estadio Panamericano de Atletismo, el cual finalmente se estableció en el municipio de Zapopan. Y precisa que antes, durante su paso por la alcaldía de Guadalajara, González Márquez pretendió instalar un Museo Guggenheim en otro de los terrenos más preciados por los tapatíos: el Parque Mirador, en la misma barranca, sobre una superficie de 11 mil metros cuadrados.

Y aunque el Guggenheim nunca llegó, las tierras no regresaron al dominio de la ciudad, dice García Rojas. Y subraya: “El propio Ramiro ha hecho un fideicomiso para voltear a la barranca. En realidad están haciendo los primeros pasos para construir (desarrollos urbanos) en la barranca”.

ASÍ LO DIJO: 

En ese proyecto hay una evidente afectación a las áreas verdes de la ciudad, y una contradicción del gobierno municipal, porque su obligación es preservarlas, e incluso incrementarlas”.

Jorge Fernández Acosta / Arquitecto UdeG

3 hectáreas forman el proyecto Iconia.

630millones de pesos valen los terrenos.

 

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