De escolaridad secundaria, con esos tres mil 040 pesos mensuales tiene que costear las necesidades económicas de su esposo, las propias y las de sus hijas de 14, nueve y siete años. La verdad es que no le alcanza.

En materia laboral hay buenas y malas noticias. Un lado positivo es que Guadalajara se mantiene como una de las más dinámicas en la actividad económica  y empuja a Jalisco como la segunda Entidad con más empresas, superada solamente por el Distrito Federal. La parte negativa es que hay una decena de estados cuyos pobladores tienen mejores salarios que los jaliscienses.

La capital del país y Jalisco registraron las cifras más altas en generación de empleo en los primeros ocho meses del año. Las altas de asegurados superaron a Guanajuato, Nuevo León, Chihuahua y Estado de México. Sin embargo, en términos generales, los ingresos mensuales en otras entidades distribuidas por todo el país evidencian los salarios en Jalisco: mientras que en Baja California Sur el promedio es de siete mil pesos mensuales, aquí la media se ubica en cinco mil 700. Nuevo León, Distrito Federal, Quintana Roo, Baja California, Colima, Chihuahua, Sonora, Coahuila y Sinaloa también se colocan por arriba, con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.

La política pública está orientada en atraer y retener inversiones, así como en la generación de empleo. En resumen: sí hay trabajo, pero mal pagado, tal y como lo muestra el caso de María Aguilar.

Y no es que el marido de María no trabaje, sino que lo que gana como promotor de una compañía refresquera se va prácticamente en el pago de la casa de interés social en la que viven. Cuando la familia se mudó a la vivienda en agosto de 2011, el dinero se redujo. Fue en febrero de este año que María empezó a laborar en el taller ubicado en el Centro de la ciudad; antes planchó ropa ajena.

Que si tiene deudas que saldar, sí, y varias. Meses atrás la lavadora se descompuso y compró una de 15 mil pesos, más una sala de ocho mil y un estéreo de seis mil pesos.

Justo también por quitarse de adeudos es que va y viene y hace notas y surte material y recibe a los clientes y cobra y hace la limpieza en el taller. Todo por un sueldo que apenas rebasa los tres mil pesos y que está por debajo del ingreso promedio de una jalisciense: cuatro mil 500 pesos. Seguridad social y prestaciones, ni hablar: no goza de ellas.

El Informador