Parte de la ropa y zapatos que portaba el Cardenal Posadas Ocampo, cuando fue asesinado, estuvo en una vitrina en la casa de Tlaquepaque en donde vivió el Cardenal. En uno de los zapatos se apreciaba un agujero de bala que correspondía a la altura del tobillo del Cardenal Posadas. La ropa se apreciaba ensangrentada y no estaba completa, porque parte de la misma se la robaron antes de ser entregada a la Madre Felisa.
La Madre Felisa, narró que días antes del asesinato del Cardenal Posadas, un helicóptero hacía vuelos rasantes y se posaba por momentos sobre el patio de la casa del Cardenal Posadas Ocampo, en Tlaquepaque.
El Occidental. Dos décadas y aún hay dudas en caso Posadas
El tiempo se lleva la posibilidad de esclarecer el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y seis personas más, ya son 20 años y unos 30 testigos han muerto o desaparecido, la mayoría ejecutados o contra su voluntad. Mientras tanto, de los 40 detenidos en principio, ya sólo quedan 11 en prisión y esperando por tercera ocasión una sentencia, ya que las otras dos les fueron revocadas en su momento.
La situación afecta el trabajo de los juzgadores que han tenido en muchas ocasiones que suspender o cancelar en definitiva algunas de estas pruebas.
EL AEROPUERTO
Y es que desde el principio el caso se fue complicando, ya que no hubo detenidos y los seis posibles testigos más directos fueron abatidos por las mismas balas. Aquí los recordamos:
El chofer del cardenal Posadas, Pedro Hernández Pérez. Su hombre de más confianza, que quedó en el asiento del conductor del Ford Grand Marquís de color blanco en el que viajaba el Prelado.
Martín Alejandro Aceves Rivas, chofer del entonces Alcalde de Arandas, que había llevado a su jefe hasta el Aeropuerto y supuestamente coincidió con el tiroteo.
Francisca Rodríguez Cabrera y su hijo, al que fue a recibir, Juan Manuel Vega Rodríguez. Ambos quedaron malheridos y perecieron después; ellos fueron agredidos en un punto distante a donde fue victimado el Prelado, junto a uno de los accesos a la sala nacional. Así como lo dijo con el Cardenal, el director del Servicio de Medicina Forense, doctor Mario Rivas Souza, lo sostuvo con estas dos víctimas: Ambas recibieron tiros directísimos...
Los otros dos fueron identificados como pistoleros de "El Chapo Guzmán". Sin embargo, Ramón Flores Flores y José Rosario Beltrán Medina, que se supone cubrieron la escapada de su jefe, no portaban armas.
El presbítero Felipe González declaró en su momento que uno de los testigos, de apellido Navarro de la Torre, le dijo que en el lugar de los hechos llegó a escuchar: "¡Ya está, ya está, no hay testigos!"
Álvaro Osorio y de Edgar Mariscal, sicarios ex militares que fueron presentados como homicidas confesos, en su momento revelaron que ambos supuestamente recibieron órdenes de matar al "Chapo Guzmán", el cual llegaría vestido de negro en un Grand Marquis color blanco.
Florentino Cuervo López, encargado de la seguridad del Aeropuerto el día de los hechos, hizo una declaración ante la autoridad y luego desapareció. Dicen que fue el último que vio dos videos de lo ocurrido en el estacionamiento y se fueron junto con él. Hoy se sospecha que vive en Estados Unidos.
TESTIGOS ACALLADOS
Así, en estas dos décadas, el caso se ha dificultado. Si entonces murieron seis, la cifra en las calles se ha triplicado.
"Se citaron a varias personas, hemos recibido informes de algunas que efectivamente han fallecido", reconoce el primer secretario del Juzgado Quinto de lo criminal, Luis Gloria Hernández.
Este es el recuento desde aquella fecha y que ha alcanzado a muchos de los pistoleros involucrados:
Todo empezó con Ramón Torres Méndez alias "El Spunky", detenido el 29 de mayo de 1993 y que por broncoaspiración pereció cuando hacía ejercicio dentro de prisión, el 8 de septiembre del mismo año.
Juan Francisco Murillo Díaz alias "El Güero Jaibo" que pereció al enfrentarse con policías judiciales de Sinaloa. El junto con Édgar Mariscal Rábago "El Negro" fueron señalados como los que dispararon contra el cardenal Posadas.
Otros pistoleros participantes en estos hechos, muertos de manera extraña: Raymundo Limón dentro de prisión; David Barrón Corona alias "El CH" ejecutado por sus propios compañeros en el atentado al periodista Jesús Blancornelas; Guillermo Gómez Chávez "El Bony" que conducía el coche bomba que explotó a las afueras de conocido hotel.
El mismo Miguel Ontiveros Zazueta (a) "EL Mickey", ejecutado hace dos meses en calles del Sector Reforma y con el cual había careos pendientes con los procesados, mismos que ahora ya no podrán llevarse a cabo.
Otro individuo con el alias de "El Chucky" fue encontrado sepultado en las arenas de una playa de Baja California. Se cree que fueron sus propios compañeros los que lo asesinaron.
REBASÓ LO "OFICIAL"
El silencio obligado alcanzó a los cuerpos policiacos y han caído tanto aquellos que estaban involucrados con alguno de los grupos criminales como los que en su momento tuvieron a su cargo la investigación.
Los policías judiciales Gustavo Gurtz Tijerina y Miguel Silva Caballero, identificados como quienes accionaron armas de fuego en el lugar de los hechos, fueron los mismos que luego aparecieron encajuelados.
Édgar Antonio García Dávila, ex agente de la Judicial Federal, quien reveló que ayudó a transportar las armas para los hermanos Arellano Félix y a la retirada tras el tiroteo. Fue ejecutado un 24 de mayo de 1996, en calles del fraccionamiento La Calma, dentro de un camioneta Van, donde prácticamente vivía.
En junio del 2000, el comandante de la Judicial Federal ya en retiro, Darío Gómez Robles, que fue encontrado estrangulado dentro de su domicilio. El participó en el comienzo de las investigaciones.
ABOGADOS QUE DESAPARECIERON
Los abogados que han intervenido en este caso también tuvieron triste fin. José Alfredo Andrade Bojorge, autor del libro "Desde Novolato vengo..." Y representante del fallecido Amado Carrillo Fuentes (a) "El Señor de los Cielos", desapareció. El había atestiguado nexos de gente de la PGR con su jefe y además supo de la petición de que entregaran a "El Chapo" por la muerte de Posadas Ocampo.
El litigante Tomás Arturo González, representante del general Jesús Gutiérrez Rebollo, fue asesinado a bordo de su automóvil, el 22 de abril de 1998, al salir de su despacho de la calle Colonias al cruce con La Paz.
Y por supuesto, el asesinato ocurrido el 10 de mayo de 1995 en agravio del maestro Leobardo Larios Guzmán, que fue procurador de Justicia y encabezó en el fuero común, las investigaciones de estos hechos. Fue acribillado al salir de su casa y cuando se dirigía a dar clases, un hecho que consternó a la sociedad.
También la estudiante de Derecho y ex Miss Jalisco, Irma Lizette Ibarra Navejath perdió la vida en esta racha.
Otros fallecidos con relación a estos hechos o quienes aparecen dentro del proceso 232/2012 mesa "A" son Magdaleno Coronel, hermano de Ignacio "Nacho" Coronel; y el sargento Enoch Camacho, que el día del aeropuerto dio comienzo a las investigaciones.
OTRAS MUERTES EXTRAÑAS
El obispo Luis Reynoso, que en su momento hizo fuertes señalamientos de que fue un crimen de Estado, entró al quirófano para una intervención sencilla, y murió.
La historia se repitió con el que fuera el doctor Jorge Carpizo McGregor, procurador general de la República al momento del crimen y que a través del novedoso Narco Nintendo, en su momento defendió la teoría de la confusión.
El se enfrascó con un pleito por años con el cardenal Juan Sandoval Íñiguez. También su deceso fue repentino durante una operación de trámite.
LA VERDAD, PRESA
Trato aparte merecen algunos testigos clave que han sido reducidos en prisiones federales de alta seguridad y otros más que de ahí simplemente desaparecieron.
El primer secretario del Juzgado que conoce del proceso, Luis Gloria Hernández, confirmó que hay "otros careos que se han solicitado, con personas que a la fecha no hemos localizado".
Uno de los casos más evidentes fue el de Alberto Bayardo Robles alias "El Gori", y primer detenido en el caso Posadas Ocampo. Su captura se dio la noche del mismo día en que ocurrieron los hechos, cuando bajo los efectos del alcohol y las drogas, escandalizaba en un hotel de Plaza de Sol. Sin coacción, narró todo, dijo que no pudo abordar el avión junto a sus jefes Alfredo Araujo alias "El Popeye" y los hermanos Arellano Félix, debido a que estaba ebrio.
En su declaración preparatoria da origen a la teoría de que Posadas Ocampo fue confundido con "El Chapo Guzmán". El 10 de junio de 1997 lo sacaron para entregarlo a agentes del FBI y la DEA, nunca más se volvió a saber de él. Se conoce que estaba amenazado, su padre y esposa fueron asesinados en Tijuana como medida de presión para que no hablara. La realidad es que para los juzgadores aparece como un procesado más del que nadie oficialmente sabe de su paradero.
Otro que fue detenido es el general Jesús Gutiérrez Rebollo. Lo sentenciaron a 70 años de prisión y en su momento destacó que lo tenían ahí precisamente para que guardara silencio.
El capitán Horacio Montenegro Ortiz, que actualmente también está en la prisión del Altiplano y con quien varios de los procesados insisten en carearse por videoconferencia, sin embargo el Consejo de la Judicatura Federal les ha negado esa posibilidad. "Se solicitó por parte de estas personas que en virtud de que no se podía desahogar el careo", explicó el secretario del juzgado, quien reconoció que la prueba está suspendida en virtud de que "el agente del Ministerio Público interpuso el recurso de apelación que está pendiente de desahogarse".
Trascendió sin embargo que el Consejo de la Judicatura Federal, que otorgaría el sistema de comunicación para la realización del careo a distancia -como ya lo ha hecho dentro de sus procesos-, ha determinado negar esa posibilidad.
Benjamín Arellano Félix, otro testigo clave sobre los hechos, fue enviado a Estados Unidos mediante extradición y ha sostenido que sólo hablará si se detiene al que fuera director de la Policía Judicial Federal, León Aragón.
LOS TESTIGOS ¿PROTEGIDOS?
Varios participantes en estos hechos se sumaron a programas como testigos protegidos tanto en México como en Estados Unidos.
Humberto Capeletti fue asesinado en la Ciudad de México a bordo de un camión, Tomás Colsa Macgregor, traficante de joyas, dentro de un hotel; y Ricardo Vázquez Tafoya, chofer de Gutiérrez Rebollo, desapareció luego de sobrevivir a un atentado. El profesor Luis Octavio López Vega, que fuera director de la Policía de Zapopan, se fue a Estados Unidos como testigo protegido, allá lo abandonó el programa y hoy vive oculto.
Y así, mientras algunos han hecho de esto una bandera política y otros, religiosa, unos mueren, otros desaparecen, pareciera que se sepulta la posibilidad de conocer algún día la verdad y queda en muy claro que él o los responsables siguen libres, con la capacidad incluso de seguir eliminando cualquier evidencia.
EL PROCESO
Es por esto y muchas otras causas más, que a dos décadas de ocurridos los hechos, no hay sentenciados al respecto.
Las dos resoluciones que se emitieron, fueron revocadas; ya sea a causa de múltiples procesos, amparos como de los recursos de apelación.
De 40 detenidos, ya sólo quedan 11, aún dentro del proceso 232/2012 mesa A del Juzgado Quinto de lo criminal, como lo confirmó el primer secretario y juez por ministerio de ley, Luis Gloria Hernández, quien asegura que la nueva fecha para emitir la tercera sentencia dependerá de las partes y en concreto de los abogados defensores, que tienen el derecho a solicitar el desahogo de otras pruebas antes de llegar a la sentencia definitiva.
Y para ello, el expediente de 64 tomos que ocupa a la fecha, dos gavetas en un frío cuarto, permanece ahí, como mudo testigo de este caso sin resolver, donde la corrupción, el tiempo y las armas devoran poco a poco toda aquella posible evidencia que pudiera servir para aclarar este suceso.
Caja De Datos
ONCE ESPERAN SENTENCIA:
1. Humberto Rodríguez Bañuelos (a) "La Rana"
2. Rodrigo Villegas Bonn (a) "El Roque"
3. Ulises Murillo Mariscal (a) "El Lichi"
4. Juan Enrique Vascones Hernández (a) "El Puma"
5. Manuel Alberto Rodríguez Rivera (a) "EL Tahúr" o "El TH"
6. Édgar Eduardo Mariscal Rábago (a) "El Negro"
7. José Antonio Malcom Fararoni (a) "El Tiroloco"
8. Santiago Nieblas Rivera (a) "El Chapito"
9. Álvaro Osorio Osuna (a) "El Nahual"
10. José Guadalupe Armenta Valdez "El Vinilo"
11. Juan Carlos Mendoza Castillo (a) "El Paisa"
Víctor Manuel Chávez Ogazón, El Occidental
NOTICIA RELACIONADA. Fragmento de declaraciones:
"(...) Durante la segunda semana de mayo de 1993, Ramón Arellano averiguó que su enemigo se encontraba en Guadalajara. Informó a sus hermanos Benjamín, Eduardo y Javier y todos acordaron el ataque.
Al día siguiente, Ramón y un grupo de sicarios partieron de Tijuana con destino a Guadalajara para localizar y matar a Guzmán. Seis o siete días después, el 23 de mayo de 1993, La Rana informó que su gente participó en un tiroteo en el aeropuerto de la capital de Jalisco. El matón daba por muerto a Guzmán Loera, pero quien en realidad murió fue el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
Al regresar a Tijuana, de Guadalajara, los sicarios que participaron en el ataque recibieron órdenes de huir a los Estados Unidos. La guerra resultaba un mal negocio para todos. La muerte de un príncipe de la Iglesia en medio de un fuego cruzado era demasiado. Apenas habían pasado ocho años del asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena. Alguien debía pagar.
Ante sus jefes, Barrón se disculpó por el intento fallido de asesinar a El Chapo Guzmán.
—No te preocupes — respondió Benjamín. Ahora lo necesario es enfrentar la situación lo mejor que se pueda. Estoy tratando de arreglar el problema. Tengo que entregar a la PGR dos personas para aliviar la presión sobre nosotros. Van a testificar que El Chapo estuvo implicado en el tiroteo. Yo los sacaré de la cárcel en uno o dos años y le daré a cada uno 300 mil dólares y lo que sea para sus familias.
—Yo me encargo que uno o dos se ofrezcan —ofreció El Popeye.
Entre las nueve y diez de la noche, Barrón avisó a Benjamín que ya estaban listos los asesinos expiatorios: Puma y Spooky o Spanky. La entrega la haría Jesús Labra a un comandante que tenían comprado desde antes.
Un par de días después, los narcotraficantes vieron en las noticias el relato del asesinato del purpurado. Vieron los rostros de sus enemigos y los suyos mismos. Escucharon que la Policía Judicial Federal había logrado la captura de dos participantes en el tiroteo que confirmaban la guerra de los cárteles. (...).
Fuente: SinEmbargo: Elaboración a partir de las declaraciones de testigos colaboradores, acusados y agentes del FBI, en peritajes y en partes policiacos contenidos en la resolución del expediente 07/2003 de extradición abierto por la Secretaría de Relaciones Exteriores, en el toca penal 159/2003 resuelto por el Quinto Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer Circuito, en la causa 146/2003 librada por el Juzgado Quinto de Distrito en Procesos Penales Federales en el DF y en la averiguación previa 019/MPFEADS/98 integrada por la Procuraduría General de la República.
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Carpizo me amenazó.- Cardenal Juan Sandoval
El Cardenal cuenta que el entonces Procurador General de la República lo amenazó con cárcel por exigirle cuentas del Caso Posadas OcampoGuadalajara, México (04 mayo 2016).- "Carpizo se puso furioso, me gritó y me amenazó con meterme a la cárcel si seguía metiéndome en lo que no le importaba".
Así relata el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, la primera y única ocasión, según su dicho, en la que convivió con el entonces Procurador General de la República, Jorge Carpizo McGregor, en la que sostuvo que el asesinato de Juan Jesús Posadas Ocampo había sido por motivos políticos.
Después de aquel 24 de mayo de 1993, Sandoval atestigua en el libro "Con mi propia Voz. Memorias Cardenal Juan Sandoval Íñiguez".
Dania Palacios, Mural