No mucho después, tuvo un altercado con oficiales del lugar, fue lanzado contra el piso y esposado. Hasta 20 agentes –incluyendo a miembros de un grupo conocido en el penal como el “Equipo de los golpes”– patearon y golpearon en varias ocasiones a Harrell, quien era afroamericano, y algunos de ellos lo insultaban por su color de piel, de acuerdo con más de una docena de reos testigos.

“Brincaban sobre él como si fuera un trampolín”, comentó Edwin Pearson, reo que vio la escena desde un baño cercano.

Luego, Harrell fue lanzado o arrastrado por unas escaleras, de acuerdo con los relatos de los presos. Uno de ellos reportó haberlo visto después de caer, “doblado en una posición imposible”.

“Tenía los ojos abiertos”, escribió el reo, “pero veían hacia la nada”.

Oficiales del penal pidieron una ambulancia, pero de acuerdo con el historial médico, los agentes no mencionaron nada sobre un encuentro físico. En cambio, de acuerdo con el historial, le dijeron al personal de la ambulancia que lo más probable era que Harrell haya sufrido una sobredosis de K2, marihuana sintética.

El reo fue trasladado al hospital de St. Luke’s Cornwall y a las 10:19 p.m. fue declarado muerto.

En los cuatro meses que han transcurrido desde entonces, funcionarios penitenciarios estatales han dado muy pocos detalles sobre lo que ocurrió en Fishkill, prisión de seguridad media en Beacon, Nueva York, a 96 kilómetros de la ciudad de Nueva York. Aduciendo una investigación en curso de la Policía Estatal, los oficiales por semanas se habían negado a comentar sobre la versión de los reos.

Un reporte de autopsia del médico forense del Condado de Orange, obtenido por The New York Times, concluyó que Harrell, de 30 años, presentaba cortadas y hematomas en la cabeza y las extremidades y que no había drogas ilícitas en su organismo, únicamente un antidepresivo y tabaco. El reo murió de una arritmia cardiaca, de acuerdo con el informe, “tras un altercado físico con oficiales penitenciarios”.

El modo de morir fue calificado de homicidio.

Ningún oficial ha sido disciplinado en relación con la muerte, de acuerdo con funcionarios. La clasificación de homicidio es un término médico que indica que la muerte se produjo a manos de otras personas, pero no significa necesariamente que se haya cometido un crimen.

Reos testigos en Fishkill comentaron que son ellos quienes han sido castigados. Varios señalaron haber sido dejados en confinamiento solitario y amenazados con ser golpeados tras hablar con los familiares de Harrell, sus abogados y miembros de la prensa.

El Times documentó acusaciones similares de abuso contra reos en el Centro Penitenciaro Clinton en Dannemora, Nueva York, donde en junio dos asesinos culpables escaparon, lo cual condujo a una búsqueda de tres semanas. Allí, los reos describieron haber sido golpeados y asfixiados con bolsas de plástico por oficiales penitenciarios que buscaban información sobre los prófugos. Muchos fueron puestos en celdas aisladas.