Lo que prometía ser una jornada cargada de adrenalina terminó convirtiéndose en una experiencia inesperada para decenas de visitantes del parque Cedar Point, en Ohio.
El sábado 26 de julio, la montaña rusa Siren’s Curse se detuvo a media operación y obligó a sus ocupantes a descender a pie desde una altura de 48 metros. El incidente, registrado en video por testigos, generó una nueva ola de críticas hacia la atracción que desde su apertura ya suma cinco fallas técnicas.
Uno de los videos más comentados fue grabado por Heather Hammond-Semak desde un estacionamiento cercano al parque.
“Solo vimos que la gente empezaba a bajar por el costado de la montaña rusa y comencé a filmar”, relató la testigo a Newsweek. Afectada por su miedo a las alturas, aseguró que no hubiera podido completar ese descenso: “De solo pensarlo me siento mareada.
Si hubiera tenido que bajar agarrada del pasamanos como ellos, seguro entraba en pánico”. Fallas repetidas en la montaña rusa La Siren’s Curse, promocionada como la más alta, rápida y extrema de su tipo en Estados Unidos, alcanza los 93 km/h y cuenta con un tramo inclinado en 90 grados que simula una caída libre.
Esta combinación de elementos la convirtió en una de las principales atracciones del parque, pero también en una de las más problemáticas. Desde su inauguración, ha sufrido interrupciones el 28 de junio, el 2, 19, 22 y ahora el 26 de julio.
En varias ocasiones, los pasajeros quedaron detenidos en ángulos extremos durante varios minutos.
Aunque el parque asegura que no se han reportado heridos, el vocero de Cedar Point, Tony Clark, reconoció que los sistemas de seguridad se activaron para evacuar a los visitantes.
“Funcionaron como se esperaba”, explicó en un comunicado. Aún así, varios usuarios en redes sociales han exigido que se suspenda temporalmente su funcionamiento hasta que se garantice su fiabilidad.
No habrá cierre…
De momento Cedar Point había apostado fuerte por Siren’s Curse, una montaña rusa de 904 metros de largo, con dos inversiones y trece momentos de ausencia de peso.
Pero la constante seguidilla de incidentes técnicos está comenzando a empañar su reputación.
Por ahora, el parque se ha comprometido a revisar a fondo la atracción junto con sus desarrolladores.
La situación mantiene en vilo tanto a entusiastas como a expertos en seguridad, quienes miran de cerca la evolución de un juego.