El comisionado de la NFL, Roger Goodell, informó este martes las intenciones de la liga de cerrar su oficina ubicada en Nueva York al menos hasta el 8 de agosto, posterior al tiroteo que acabó con la vida de cuatro personas durante la noche de este lunes.

En declaraciones públicas Goodell explicó que todos los trabajadores que hacen vida en el edificio pueden pasar a tomar actividades desde casa mientras avanzan las investigaciones del caso y se comunique el regreso colectivo.

“Para quienes trabajan en nuestra oficina de Nueva York, les pedimos que planeen trabajar de forma remota al menos hasta finales de la próxima semana (8 de agosto).

La oficina permanecerá cerrada durante este tiempo y les pedimos que no intenten ingresar al edificio hasta que confirmemos que está listo para nuestro regreso“, explicó el mandamás de la liga.

La acción es una nueva consecuencia del ataque de un hombre de 27 años en un edificio de Park Avenue, sede de algunas compañias incluyendo la de la NFL, y que acabó con un empleado herido, sus cuatro víctimas y un disparo autoinflingido que acabó con su vida.

Más temprano este martes, Eric Adams, alcalde de Nueva York, informó que el agresor llevaba por nombre Shane Tamura y tenía como objetivo principal ingresar a las oficinas de la NFL, pero se equivocó en el ascensor que debía tomar.

Este fallo evitó que la tragedia cobrara una mayor cantidad de víctimas.

En el comunicado Goodell también envió sus condolencias a los familiares de las víctimas y agradeció a los servicios de rescate por su actuación.

“Nuestro más sentido pésame a todas las víctimas y sus familias. Nuestros pensamientos y oraciones están especialmente con nuestro colega afectado. Estamos profundamente agradecidos con los socorristas y el personal médico que actuaron con tanta rapidez y continúan brindando atención”, añadió Goodell.

Según el reporte policial los investigadores recuperaron una nota en la que el tirador afirmaba padecer encefalopatía traumática crónica (ETC), lesión cerebral es causada por traumatismos repetidos en la cabeza que llegan a padecer deportistas de alto rendimiento.

La información arrojó que el atacante había jugado fútbol americano en la secundaria, pero no llegó ni a la categoría universitaria y por ende a la NFL.

“Somos más fuertes cuando nos unimos y nos apoyamos mutuamente.

Ha sido un momento difícil para todo nuestro equipo. En medio de estos momentos difíciles, mantenemos la esperanza y el optimismo por la recuperación y los mejores días que vienen”, concluyó el comisionado.