Ésta situación ha causado sicosis entre dueños de mascotas y familias que temen la posibilidad de que la sustancia tóxica utilizada para asesinar a los animales llegue a manos de menores de edad o indigentes, que se encuentren con el alimento contaminado que inclusive ha sido arrojado en el interior de patios y domicilios.
A partir del mes de febrero en las colonias San Ángel, Nacameri y El Apache, comenzaron amanecer decenas de animales domésticos y callejeros muertos con sintomatología similar: broncoespasmos, ojos saltones, arqueamientos, parálisis de músculos respiratorios y convulsiones, por lo cual especialistas suponen que se trata de un organofosforado que también es potencialmente mortal en humanos.
En una llamada a una estación de radio local, un hombre que se identificó como "Antonio" alias "El Choro", afirmó que él, junto a 13 cómplices son los responsables de la indiscriminada matanza de mascotas, además, advirtió que continuarán envenenando cuantos perros y gatos anden sueltos en la calle, al amenazar a los grupos y sociedades protectoras.
“La forma en que se puede detener esto es que todos los ciudadanos tengan a sus perros guardados en sus patios y se hagan responsables, que les pongan un collarín; Nos vamos a ir en contra de esas asociaciones civiles que están defendiendo a los animales que deambulan, pero que no se hacen responsables de la contaminación que estos provocan", afirmó el sujeto, quien dijo que trabajaba en una funeraria.
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