De acuerdo con sus familiares, alrededor de las 18:30 horas de ese miércoles, Érika Kassandra Bravo Caro, de 19 años de edad, salió de su casa para acudir a cuidar a unos menores en la colonia La Quinta.
Desesperados, iniciaron su búsqueda por todo el municipio de Uruapan, además de una campaña en redes sociales para tratar de localizarla.
Finalmente, la mañana del sábado 6 fue localizado el cuerpo de Érika con el rostro desfigurado, pues, según los reportes, fue desollada.
Además, su cuerpo presentaba lesiones de arma blanca a la altura del pecho.
El cadáver de la joven enfermera estaba abandonado a la orilla de la carretera Uruapan-Los Reyes, muy cerca de la comunidad de Las Cocinas.
Ante este asesinato, el Colegio de Enfermeras de Michoacán se pronunció para que se esclarezca el homicidio que no sólo lamenta este gremio, sino toda la sociedad michoacana.