El 17 de julio, el último día de clases antes de las vacaciones de verano, los estudiantes - 31, de acuerdo a testimonios recogidos por Francia 24 - fueron secuestrados a la salida de su escuela en la plaza principal del pueblo de Estado de Guerrero, a plena luz del día y a la vista de docenas de personas, dice la cadena de información.
Sus captores habrían llegado armados y encapuchados en patrullas de la Policía perfectamente identificables. "No se ha sabido lo que pasó con ellos", dice Rosa, que vio a su hija a desaparecer ante sus ojos, al micrófono de Francia 24.
Intimidación
A diferencia del secuestro masivo de Iguala, el de Cocula no fue publicado. Rosa dice que los delincuentes ordenaron a los testigos a guardar silencio, además fueron intimidados. Su familia recibió llamadas anónimas y su marido fue incluso desaparecido varias horas antes de ser puesto en libertad, con un dedo amputado. Desde entonces, Rosa y su esposo decidieron abandonar el pueblo.
Cocula es también el pueblo donde, según los resultados preliminares de la información publicada por el gobierno mexicano, los 43 estudiantes secuestrados en Iguala podrían haber sido masacrados.