El incidente ocurrió después de algunas horas de protestas en Chilpancingo, la capital del estado.
La mañana de este lunes estudiantes normalistas y maestros de la disidente Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero bloquearon las oficinas del Congreso local, donde se enfrentaron con policías antimotines.
Alrededor de las 17 horas, los inconformes irrumpieron en la explanada del inmueble oficial y destruyeron ventanales en los edificios Costa Chica, Costa Grande, Centro y Norte. Un helicóptero sobrevuela la zona. Hasta ahora no han llegado elementos del cuerpo de bomberos. Policías resguardan Palacio de Gobierno.
Antes de irrumpir a Palacio de Gobierno, los inconformes voltearon e incendiaron una camioneta de la empresa Marinela frente al Tecnológico de Chilapancingo, a unos 100 metros de distancia.
Es la protesta más grave desde diciembre de 2011, cuando los estudiantes normalistas se enfrentaron a policías federales y estatales en la Autopista del Sol, que comunica a Ciudad de México con el balneario de Acapulco.
Por esa movilización murieron tres personas: dos estudiantes y el empleado de una gasolinera.
Los inconformes arremetieron contra la sede del Ejecutivo causando destrozos en el inmueble luego de que policías antimotines intentaron desalojarlos del lugar que mantenían tomado desde las 11:00 horas.
La acción policial disuasiva permitió que el secretario de Finanzas, Jorge Salgado Leyva, considerado como la mano derecha del gobernador Ángel Aguirre fuera sacado del inmueble donde permaneció más de cinco horas retenido junto a otros funcionarios y burócratas.
En estos momentos los normalistas continúan causando destrozos en el inmueble y en el lugar se vive una situación tensa.
La mayoría de los cristales y los muebles de las oficinas resultaron dañados o rotos, mientras que en uno de los edificios, denominado Tierra Caliente y donde despacha el secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, se declaró un incendio. Al cabo de media hora, los estudiantes se retiraron en sus autobuses con dirección desconocida, mientras que alrededor de 500 policías antidisturbios permanecieron sin intervenir a un kilómetro de distancia.
Nueve camiones del servicio de bomberos llegaron a la sede del Gobierno de Guerrero para apagar el incendio. Esta mañana los estudiantes y familiares de los 43 jóvenes que desaparecieron hace 17 días amenazaron con no marcharse hasta que aparecieran con vida.
Un centenar de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) también tomaron el edificio del Congreso estatal para pedir hablar con los diputados sobre las desapariciones. Tras intentar entrar violentamente tuvieron enfrentamientos con la policía, quemaron una nave industrial del Congreso y acabaron siendo desalojados.
Los manifestantes quieren de regreso de los 43 estudiantes que desaparecieron el pasado 26 de septiembre en la localidad de Iguala, tras una noche de violencia en la que murieron seis personas a manos de policías locales que presuntamente estaban al servicio del cártel de los Guerreros Unidos.
Por este caso que tiene en vilo a la sociedad mexicana hay casi cuarenta detenidos, la mayoría policías, y están siendo analizados los restos encontrados en varias fosas clandestinas para determinar si corresponden a los estudiantes desaparecidos.