Javier Méndez Ovalle, quien presuntamente asesinó y desmembró a una joven de 17 años cuyos restos fueron encontrados el 30 de junio de 2013 en Tlatelolco, fue capturado por agentes de la procuraduría capitalina.

Al ex estudiante destacado del CECyT 9 del Politécnico, lo detuvieron en San Juan del Río, Querétaro, donde trabajaba como mesero bajo la identidad falsa de Carlos Medina Martínez.

Ayer fue presentado en la Fiscalía Desconcentrada en Cuauhtémoc donde habría aceptado su responsabilidad en el asesinato de Sandra “N”.

El joven, de 20 años, obtuvo en 2012 una medalla de bronce en la Olimpiada Internacional de Física que se realizó en Estonia y hasta antes del crimen de Sandra tenía planeado viajar a Alemania donde había conseguido una beca.

Las autoridades habían pedido apoyo a Interpol para capturarlo pues tenían sospechas de que pudo haberse refugiado en Rumania. En realidad nunca salió del país. En las próximas horas será enviado a prisión acusado de feminicidio.

El acercamiento

Javier y Sandra se conocieron a través de Facebook. Por mensajes en esa red social, ella le comentó que estaba triste porque no había aprobado el examen de admisión en la Universidad Autónoma Metropolitana.

Según el registro de las conversaciones que obtuvo la procuraduría capitalina, Javier le preguntó lo que pensaba hacer. Ella le habría dicho que buscaría trabajo.

Al saber que Sandra practicó ballet durante su juventud, él le dijo que le ayudaría a conseguir empleo como bailarina “de tubo”.

Esto molestó a Sandra quien dejó de mantener contacto por esta red con Javier durante algunos días.

Tras un mensaje de disculpas, el muchacho le dijo que podía conseguirle empleo como edecán. Así acordaron verse aquel viernes 28 de junio de 2013. Una cámara de vigilancia de la estación del Metro Tlatelolco, los captó juntos a las 16:00 horas de ese día.

Dos días después, el 30 de junio, Sandra apareció desmembrada en la unidad habitacional Tlatelolco. Aparentemente la joven fue asesinada ese mismo viernes pero sus restos fueron abandonados en la calle hasta la madrugada del domingo.

Evadió a la policía

Después de descubrir como principal sospechoso a Javier, un grupo de agentes estuvo a punto de detenerlo en el Estado de México, pero se les escapó.

Los agentes ubicaron a sus padres a quienes presentaron a declarar en calidad de testigos.

Luego de informarles las sospechas contra su hijo, el padre de Javier se comunicó con él vía teléfono celular y lo reprendió.

Sin decirle que estaba ante la presencia de policías, acordó verse con el estudiante. Al personal de la PGJDF le dijo que él mismo lo entregaría para que respondiera a las acusaciones, pero ya no regresaron.

El Universal