uno de los casi 3 mil 500 fruticultores del noroeste del estado perjudicados por la pérdida de casi 100 mil toneladas de fruta por la inundación del mercado nacional con producto de Estados Unidos.
En quiebra y sin posibilidades de recuperar lo invertido en 100 hectáreas de manzanos, Santiago Robles decidió usar sus tierras para cultivos más rentables. Maquinaria pesada derribó sus árboles, los cuales exportará como leña a El Paso, Texas, donde se usa para parrilladas por la dulzura de su sabor y aroma. Omar Acosta, joven de Bachíniva, ya tiene apalabrada la venta de leña a mil dólares por tractocamión.