La joven de 25 años vivió con su pareja desde que tenía 13 y nunca comentó nada por miedo a las amenazas que recibía por su pareja, un campesino de 40 años, quien le ponía un candado en el pantalón de mezclilla para evitar que le fuera infiel.
En esta ocasión, la mujer decidió avisarle a la Policía, porque tuvo una mayor necesidad de ir al baño y el dolor se le hizo insoportable.
El Diario