Pedro Flores, coordinador del proyecto y quien es parte Rhizomatica, gestora del plan, dijo al portal desInformemonos que la idea es que la comunidad administre su propio sistema basado en los modelos de las radios comunitarias, además de fomentar la comunicación a larga distancia e impulsar un servicio para las poblaciones.
Indicó que durante más de una década las grandes empresas de telefonía celular se negaron a introducir el servicio a Telea de Castro –ubicada a 115 kilómetros de la capital de Oaxaca– con el argumento de que no era viable invertir en la sierra y las zonas alejadas.
Flores agregó que el propósito de la organización encargada del proyecto es dedicar más tiempo a las asambleas de otras comunidades que ya aprobaron este modelo.
Señaló que en Villa Talea de Castro, donde existe una alta migración hacia Estados Unidos, está satisfecha porque no solamente ya cuenta con el servicio, sino porque es propio.
Detalló que alguien que anteriormente gastaba seis pesos en una llamada, ahora únicamente desembolsa 50 centavos.
Según información de AFP, los usuarios pueden realizar todas las llamadas locales que quieran, aunque la condición es que éstas no deben durar más de cinco minutos para evitar que las 11 líneas se saturen.
Explicó que a través del sistema es posible comunicarse a todo el mundo pues se cuenta con números públicos que se conectan a una computadora y ésta a un conmutador, que a su vez ubica el teléfono de la persona a quien se desea hablar.
Incluso existe un número en la comunidad y otros para Los Ángeles y Seattle, en Estados Unidos.
Flores dijo que otra intención del proyecto es evitar el consumismo, fomentando un uso responsable de la tecnología.
Aseguró que luego de que las grandes compañías se enteraron de que el pueblo ya contaba con su propia red de telefonía, les propusieron lanzar su servicio pero la respuesta de los habitantes fue que no les interesaba y “no querían que vinieran a hacer dinero”.
Comentó que la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) otorgó a los indígenas un permiso de dos años para probar el equipo. Sin embargo, destaca que dicha instancia federal pide que el proyecto abarque a cuatro estados para poder continuar con la operación de la red.