De acuerdo con el estudio “Pobreza y derechos sociales de niños, niñas y adolescentes 2008-2010”, realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la diferencia entre los niveles de pobreza de esta población es evidencia de las mayores restricciones que enfrenta la población de menos de 18 años para “desarrollarse en un entorno de respeto a sus derechos sociales”.
Los estados con mayor índice de pobreza en este sector son Chiapas, con más de 80% de los niños en condiciones de marginación; Guerrero, Oaxaca, Puebla, Veracruz, Tabasco y Zacatecas.
El documento de la Unicef agrega que son los niños indígenas los que tienen más carencias sociales, ya que siete de cada 10 que habitan en México son considerados pobres, y uno de cada cinco son pobres extremos.
Indica que en los hogares donde los jefes de familia son más jóvenes, la incidencia de pobreza infantil es mayor, lo cual “puede dar muestra de un comportamiento asociado al ciclo de vida laboral que castiga a los trabajadores con menos experiencia”.
Recomienda entonces la protección directa infantil y adolescente para evitar que “los mecanismos de transmisión intergeneracional de la pobreza actúen sobre las nuevas generaciones”.
Durante la presentación del estudio, Isabel Crowley, representante de la Unicef en México, dijo que la alta proporción de niños y niñas en pobreza extrema en el país representa una inaceptable violación a sus derechos y muestra la necesidad de tener políticas públicas adecuadas que garanticen el acceso a los servicios básicos.
Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Coneval, añadió que el reto es la atención de la población infantil que está fuera de la edad del sistema educativo y que es complicado hacerlos regresar.
‘Estamos en la línea’
Entrevistado al término de la presentación del documento, Ernesto Nemer, subsecretario de Desarrollo Social (Sedesol), aseguró que el programa Oportunidades ya trabaja para que los apoyos no sólo sean asistencialistas, sino que ayuden a mejorar las capacidades de esta población.
“La definición de políticas públicas de la secretaría (Sedesol) coincide con el estudio del Unicef y del Coneval, primero, con la Cruzada Nacional contra el Hambre. Por eso a mí me dio mucho gusto saber que estamos en la línea correcta”, expresó el funcionario.
Mario Luis Fuentes, director del Programa de Estudios sobre Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que el país es “inapropiado para la infancia” y que la pobreza tiene rostro de niño.
“La violencia es parte importante de la situación que vive la infancia, es una situación dramática. La tasa de homicidios cometidos por niños y adolescentes se ha duplicado en los últimos años”.
Al respecto, Isabel Crowley dijo que en el país “la violencia trae más violencia y por eso se deben ver los efectos en la educación, a nivel sicológico, porque cuando están expuesto a entornos de violencia continúan en su vida adulta, es lo que nosotros los adultos les enseñamos”.
Mariana León/El Universal