A poco más de 24 horas de haber sido localizado, el monseñor Salvador Rangel Mendoza no pudo declarar plenamente ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos. Su estado físico y mental aún le impide entrevistarse con los fiscales que siguen su caso.

Elementos y miembros de la Fiscalía de Morelos se presentaron para entrevistarse con Rangel Mendoza, quien desde el domingo por la noche se recupera en un hospital particular de las secuelas de un aparente secuestro. 

Se presume que los responsables utilizaron sustancias ilícitas para anular su voluntad. Salvador Rangel Mendoza fue privado el sábado por la noche en el municipio de Jiutepec, Morelos, mientras se transportaba en su camioneta cerca del fraccionamiento Las Fincas.

  Desde entonces hasta el domingo por la tarde, su paradero y los detalles del secuestro eran un misterio.

Lo único confirmado es que estuvo desaparecido durante varias horas y que sus tarjetas fueron vaciadas y utilizadas.

De acuerdo con su abogado, Pedro Martínez Bello, no se tenía conocimiento de su paradero hasta que apareció como desconocido en el hospital general de Cuernavaca, donde alguien lo habría llevado en un estado de semiinconsciencia. 

Aunque fue identificado por el personal, esto se debió a la denuncia previamente interpuesta ante la Fiscalía General del Estado (FGE).

Debido a su situación física y sus problemas cardíacos, fue trasladado a un hospital particular, donde desde el domingo y el lunes, sus médicos restringieron todas las visitas. 

A pesar de los requerimientos legales para continuar con la investigación del caso, la Fiscalía de Morelos no ha logrado obtener mayor información sobre las acciones ilegales que confirmarían su caso, que hasta el momento se está investigando como un secuestro.