Al inaugurar la Primera Reunión Preparatoria de la XXI Edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) enfatizó que, como impartidores de justicia, su compromiso más importante es transformar esta realidad inaceptable. “Pocas cosas son a la vez tan añejas y tan vigentes como los reclamos de justicia. Acceder a ella sigue siendo, en buena medida, un privilegio de las élites.

Obtener la protección de un tribunal que resuelva las controversias y tutele los derechos involucrados es algo que, para muchas personas —para los más pobres, marginados y discriminados— solo existe en el papel. “Y mientras esta realidad persista, la idea de que los derechos son universales y de que asisten a toda persona, por el simple hecho de serlo, seguirá siendo una quimera, una promesa incumplida”, expuso el ministro presidente.

Ante representantes de 22 de los 23 países que conforman la Cumbre Judicial Iberoamericana, Zaldívar se manifestó por el fortalecimiento de los poderes judiciales.

“Su independencia, su modernidad y buen funcionamiento deben ser instrumentales a la construcción de una justicia verdaderamente igualadora, ante la que no haya ricos ni pobres, ante la que no haya poderosos”, subrayó. Respecto a esta cumbre, hizo un llamado a la unidad, a fin de cerrar dicha brecha histórica y construir sociedades “más libres y con mayor justicia social”.

“La pobreza, la violencia, el hambre y la discriminación estructural no tienen fronteras. La justicia que anhelamos solo puede ser el fruto de un esfuerzo compartido, de una lucha conjunta para hacer realidad los ideales y valores que nos unen. De eso se trata la cumbre”, recalcó.

José Antonio Belmont