Web Analytics Made Easy - Statcounter
Miércoles, 19 Febrero 2020 17:57

La mano presidencial en el jaque mate del SAT a empresarios

Valora este artículo
(0 votos)

En esta ocasión, Buenrostro tendrá que compartir o incluso ceder la medalla a uno de los enviados de la familia presidencial: el administrador general de Grandes Contribuyentes, Antonio Martínez Dagnino

Acostumbrada a la disciplina fiscal, profesional y personal, Raquel Buenrostro llegó a la jefatura del Servicio de Administración Tributaria (SAT) como todo mundo lo esperaba: con la espada desenvainada. Así es su estilo: áspero y rudo, hasta rayar en lo intratable.

Si la contradicen, suele tomárselo personal y acusa a la “mafia del poder”; a los “corruptos neoliberales” que tuvieron secuestrado a México. Es el álter ego del presidente Andrés Manuel López Obrador. Así sucedió cuando se enfrentó a los distribuidores y fabricantes de medicamentos y causó una crisis de abasto en el sector público. Aunque, a decir verdad, la mayoría de estas empresas tampoco son unas ‘blancas palomas’.

A Buenrostro le bastaron dos meses exactamente (hoy los cumple) para dar tres golpes certeros a empresas; tres auténticos ‘jaque mate’ a multimillonarias corporaciones.

El más relevante es la recuperación de unos 8 mil 290 millones de pesos en pagos de impuestos omitidos desde 2016 por parte de América Móvil, el “gigante de las telecomunicaciones” propiedad del magnate Carlos Slim, quien cada vez se ve más alineado a la 4T. Este golpe en definitiva no tiene precedentes en los 15 meses de trabajo de la presente administración.

En la misma línea están los reclamos de impuestos a Alsea, de la familia Torrado, por 3 mil 381 millones de pesos, y a la regiomontana Maxcom, en la que figuran el exbanquero Enrique Castillo Sánchez Mejorada y el hermano del exsecretario y extitular del IMSS con Felipe Calderón, Javier Molinar Horcasitas, por 631 millones.

Sin embargo, en esta ocasión Buenrostro tendrá que compartir o incluso ceder la medalla a uno de los enviados de la familia presidencial: el administrador general de Grandes Contribuyentes, Antonio Martínez Dagnino. ​

Compañero de preparatoria de Andrés Manuel López Beltrán, mejor conocido como “Andy”, Martínez Dagnino fue incrustado en una posición clave dentro del SAT por orden directa de la Presidencia, cobijado por todos y cada uno de los funcionarios que han pasado por el organismo e intocable incluso para la afilada guadaña de Buenrostro. ​

Con una escasa o prácticamente nula experiencia en materia de fiscalización —apenas fungió como supervisor del Sistema Financiero Mexicano dentro la Comisión Nacional Bancaria y de Valores— el joven funcionario tiene en sus manos la recaudación de casi 70% del Impuesto Sobre la Renta. ​

En específico, trabaja con un universo de alrededor de 13 mil contribuyentes que reportan un nivel de ingresos superior a mil 500 millones de pesos al año. Por supuesto, anote usted entre ellos a todos y cada uno de los invitados a la cena para colocar los “cachitos” de la rifa del avión, empezando por los ocupantes de la mesa principal: María Asunción Aramburuzabala y Carlos Slim.​

A ese escenario y nivel de personajes se enfrenta el enviado de Palacio Nacional; esto con miras a recuperar recursos que ascienden, de acuerdo con las cuentas de la Secretaría de Hacienda, a una sexta parte del Presupuesto de Egresos de la Federación, es decir, alrededor de un billón de pesos.​

Sin logros que presumir todavía en su cartera, Martínez Dagnino fue también mencionado a finales del año pasado como posible relevo de Margarita Ríos-Farjat en el SAT, en ese entonces compitiendo con personajes de mayor peso y trayectoria como el procurador Fiscal, Carlos Romero Aranda, y la administradora general de Auditoría Fiscal, Rosalinda López Hernández.​

Los vínculos con la familia presidencial no fueron suficientes en ese entonces para colocarse al frente de una oficina crucial para las finanzas del gobierno; por el contrario, la designación de Raquel Buenrostro puso en entredicho, por lo menos durante un par de semanas, su permanencia en el organismo recaudador. ​

Con el transcurso de los días y, sobre todo, con las señales que se transmiten desde el círculo presidencial, el encargado de la cobranza a los grandes empresarios parece que se ha logrado afianzar y a la luz del enfoque que se le brinda al primer gran anuncio recaudatorio, llegó el momento en el que también deba brillar.

Mario Maldonado, El Universal

Visto 556 veces