MÉXICO – Alrededor de 150 sicarios participaron en el enfrentamiento con la policía en Villa Unión, Coahuila, declaró el gobernador Miguel Riquelme.
Durante su declaración ministerial, destacó que los pistoleros llegaron al municipio de Villa Unión a bordo de 25 camionetas, donde viajaban seis sicarios en cada una.
Aseguró que incluso, algunos sicarios se resistían ir a Villa Unión, pero que fueron obligados por los líderes del grupo criminal.
Riquelme dijo que algunos de los sicarios se bajaron de la camioneta, porque no querían participar en el ataque a las instalaciones de la policía local.
El enfrentamiento, que duró aproximadamente una hora, dejó un saldo de 23 muertos.
Para enfrentar a los sicarios, llegaron refuerzos de la policía, que sumó entre municipales, estatales y federales alrededor de 500 uniformados.
Tras los enfrentamientos, 10 pistoleros fueron capturados, informó el alcalde de Villa Unión.
La edad de los detenidos oscila entre los 18 y 20 años.
Los detenidos “participaron directamente en el ataque a la presidencia de Villa Unión y a algunas casas que balearon a su paso y en la confrontación” con fuerzas de seguridad, dijo a Radio Fórmula el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme.
Las autoridades atribuyeron el crimen a integrantes del Cártel del Noreste, uno de los ocho subgrupos en los que quedó dividido el violento cártel de Los Zetas, fundado por exmilitares de élite a finales de la década de 1990 en Tamaulipas.
En su declaración judicial, los detenidos dijeron que “traían instrucción de venir de asustar a la gente y causar terror y de tomar la plaza (…) yo creo que quieren abrir una nueva ruta” para el trasiego de drogas, añadió el gobernador.
Los hechos sucedieron el fin de semana cuando unos 60 sicarios a bordo de camionetas irrumpieron en la cabecera municipal de Villa Unión, un recóndito poblado del estado de Coahuila, fronterizo con Estados Unidos.
En su paso hacia el Palacio Municipal de esta localidad de poco más de 5,000 habitantes balearon al menos 36 casas, y al llegar a la sede del gobierno local siguieron disparando contra las instalaciones oficiales.
Los sicarios llevaban guías para entrar y salir de la recóndita Villa Unión.
Sin embargo, en la confrontación con fuerzas de seguridad, los guías se perdieron, y entonces los pistoleros decidieron secuestrar a dos trabajadores municipales -finalmente fallecidos- y a otras cinco personas, entre ellas tres menores, que ya fueron rescatados.
La secretaría de Seguridad de Coahuila aseguró que se mantienen las labores de búsqueda.