Casi la mitad de los encuestados (49%) opinaron que ambas personas con tonos de piel diferentes tendrían las mismas oportunidades y solo 9% dijeron que las personas "morenas" tendrían mejores perspectivas laborales.

"La creencia de que alguien con piel clara tiene mejores perspectivas sociales y laborales que alguien con piel oscura, es compartida por cuatro de cada 10 mexicanos adultos", dijeron los autores del sondeo que buscó revelar prejuicios.

La encuesta fue realizada luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicara el mes pasado un polémico primer sondeo sobre diferencias socioeconómicas relacionadas con el tono de la piel en este país.

El Financiero sostuvo que el Inegi "no reportó cómo operan los estereotipos raciales entre los mexicanos".

No obstante, la encuesta del diario especializado en finanzas no utilizó conceptos sociológicos raciales como indígena, raza blanca, negra o mestiza, sino que preguntó por la apariencia de "piel clara o piel morena".

Además, 13% de los encuestados dijeron sentir algún tipo de rechazo social por su tono de piel.

Pero el sentimiento de rechazo es mayor referido a la clase social o al nivel socioeconómico, pues 23% de los entrevistados dijeron sentir el clasismo en la sociedad mexicana.

En cuanto a los estereotipos raciales de los encuestados, 63% creen que "hay poca o nada de igualdad de oportunidades en México, relacionadas con el color de la piel".

La encuesta del periódico se realizó en junio pasado a 1.200 adultos en los 32 estados del país latinoamericano.

EI Inegi reavivó el debate sobre el racismo en México, al encontrar en su primer sondeo sobre el tema que entre las personas que se clasificaron a sí mismas dentro de las tonalidades de piel más clara, "solo 10% no cuentan con algún nivel de escolaridad", frente a un 20,2% de las personas de piel más oscura.

En un informe publicado el 20 de junio de este año, el Inegi concluyó que "cuando los tonos de piel se vuelven más claros, los porcentajes de ocupados en actividades de media y alta calificación se incrementan".

El Inegi abrió la controversia al utilizar una "escala cromática" del Proyecto sobre Etnicidad y Raza en América Latina, que clasifica la piel en 11 tonalidades, "con el propósito de que el propio entrevistado identifique su color".