El litigante intentó la mañana de este lunes entrevistar a Guzmán en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 9, donde se le trasladó el sábado anterior. Antes de abandonar el penal dijo que las autoridades le restringieron la visita, a pesar de que debía hablar con su cliente para conocer las condiciones en que se encuentra y seguir con su defensa jurídica.
Granados Flores, quien es parte de un grupo de abogados encabezado por José Refugio Rodríguez Núñez, anunció que regresaría a la Ciudad de México por unos documentos y posteriormente volvería a Juárez para intentar realizar una visita al ex líder del cártel de Sinaloa.
Personal de custodia del Cefereso 9 dio a conocer de manera no oficial que la semana pasada, en los días previos a la llegada de El Chapo, el techo del reclusorio fue cubierto con varilla metálica para evitar que un helicóptero aterrizara en los patios y pudiera rescatar al narcotraficante.
Aparte se hicieron otras obras de seguridad en la zona donde Guzmán Loera se encuentra detenido, para tenerlo vigilado las 24 horas y evitar que ingresen reos de otras zonas, ya que en este penal se encuentran miembros de Los Zetas, La Línea, del cártel Jalisco Nueva Generación y de otros grupos delictivos que podrían tener intención de atacar a El Chapo.
Para vigilar las inmediaciones del Cefereso se utilizan drones que vuelan en un radio de 5 kilómetros en torno al penal, además de que alrededor de 500 elementos militares y policías de los tres niveles de gobierno participan en la custodia, que incluye retenes que restringen el paso de vehículos en los alrededores.
Conductores de vehículos que transitan a la altura del kilómetro 30 de la Carretera Panamericana se quejan de que agentes de la Policía Federal colocaron retenes para revisar automotores procedentes de la capital de Chihuahua y a los que salen de Ciudad Juárez.
Rubén Villalpando, La Jornada