Además de la cuota de la UDG, uniformes nuevos (también vendidos por el mismo director), en un total cinismo, porque la Universidad es pública y no privada,  además de que las instalaciones de la preparatoria están en pésimas condiciones.

Llega a tal grado su ambición que el día de hoy no permitió el acceso a alumnos de la preparatoria, y se excusa en que “Es medio hermano de Raúl Padilla”, para presumir su impunidad. ¿En serio ser hermano del cacique de la Universidad le da el poder de hacer un negocio privado con lo público?

¡Exigimos a Tonatiuh Bravo Padilla que no permita este atraco!

 Fisgón Político

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El otro “licenciado Padilla”

Guadalajara (06/11/2010).- Con el fin de apoderarse de un cajón de estacionamiento en el mercado Eugenio Zúñiga (en Federalismo y Fidel Velázquez), el oficial del Registro Civil número 4, Miguel Ángel Padilla Montes, envió a la cárcel al locatario Salvador García Saucedo por supuestas amenazas.

La esposa de éste, Patricia Sandoval, señala que al segundo día en el cargo, el 24 de agosto pasado, Padilla Montes, “quien dijo ser medio hermano de Raúl Padilla López, de mala manera nos dijo que quitáramos el carro porque era exclusivo del Registro Civil. Le pedí que me mostrara un oficio para probarlo y no le hicimos caso”. 

Entonces el funcionario llamó a un agente de la Secretaría de Vialidad y le ordenó que retirara los vehículos ya estacionados; sin embargo, el policía reparó en que afuera del mercado hay un letrero donde se indica que el estacionamiento es para uso exclusivo de los clientes, por lo que no quitó ningún vehículo. 

Al ver esto, Padilla Montes le dijo en mal tono al agente: “Yo soy Padilla, hermano de Raúl Padilla, y quiero que te lleves todos los vehículos”, relata la señora. El policía de tránsito le pidió que mostrara una copia del oficio de exclusividad del cajón de estacionamiento, pero Padilla no lo tenía y el agente se fue.

“En eso –continúa la señora Sandoval– llegó mi esposo y se hizo de palabras con el licenciado Padilla, quien molesto dijo: ‘No me voy a ensuciar las manos; con una llamada hago todo’. Le habló a la policía y dijo que mi esposo lo había amenazado de muerte y lo había sacado del Registro Civil, cuando todo pasó en el estacionamiento con los locatarios y clientes como testigos. Ellos vieron el abuso de poder y la prepotencia del licenciado, quien a cada rato nos decía que era hermano de Raúl Padilla.”

Agrega que los policías de la patrulla G3034, Jorge Martínez Cruz y José Carlos Ramos Covarrubias, con “el comandante Eucario”, se llevaron “con mentiras a mi esposo, quien se subió por su voluntad al carro porque le dijeron que no había delito, nada más chismes”. 

Salvador García fue traslado a los juzgados municipales. En el acta circunstanciada 005169/0390/2010 los policías refieren que acudieron al mercado cuando Padilla Montes les dijo que un sujeto trató de agredirlo físicamente y lo amenazó de muerte, en vista de lo cual arrestaron al locatario. 

El propio Padilla Montes declaró que a causa del espacio de estacionamiento Salvador García lo insultó varias veces, “a lo que yo no contesté nada, comenzando este sujeto a subir de tono sus ofensas y en un momento determinado me amenazó de muerte (…) al arribo de los oficiales, les pedí que arrestaran a este sujeto”.

El juez décimo municipal, Gerardo Nille Molina, se declaró incompetente en el caso, por lo que Salvador García fue enviado con el agente del Ministerio Público del fuero común adscrito a la agencia mixta. Ahí se le abrió la averiguación previa C/P/MB/11030/2010, salió bajo fianza “y tiene que ir a firmar cada 15 días como si fuera delincuente. Nuestras leyes están en manos de funcionarios corruptos como Miguel Ángel Padilla”, protesta su esposa.

Hostigamiento

Para que nadie vuelva a osar estacionarse en el lugar que le gustó al licenciado Padilla, ahora está allí un apartalugares que decide quién deja su coche y quién no, mientras una mujer toma fotografías de los vehículos y de la gente que no obedece su prohibición.

El pasado 30 de agosto un proveedor de García Saucedo se estacionó y el apartalugares lo conminó a mover su auto; como fue ignorado, aquél llamó a la policía para “denunciar” que el locatario lo había amenazado y golpeado. 

Relata la señora Patricia: “De nueva cuenta pretendieron arrestarlo. El comandante Eucario le dijo a mi esposo que saliera, pero yo le contesté que no, porque ya se la habían hecho una vez y que yo lo había denunciado ante los Derechos Humanos por corrupto. Entonces (el comandante) se salió rápido de mi local y le tomó una foto con su celular a mi negocio”.

Ante el hostigamiento, el 1 de octubre los esposos acudieron ante el secretario general del ayuntamiento, Roberto López Lara, quien ofreció reubicar a Padilla, “pero no pasó nada”. Cuatro días después solicitaron ayuda al director del Registro Civil en Guadalajara, Roberto Delgadillo González. 

Dicho funcionario “nos puso condiciones para ayudarnos –dice la señora Sandoval–: una, que el licenciado Padilla se quedara ahí y a cambio retiraría la demanda y compartiríamos el estacionamiento con el Registro Civil; la otra es que reubicaba a Padilla y compartiéramos el lugar, pero no se retiraría la demanda contra mi esposo. Le contestamos que lo único que queremos es trabajar en armonía, como lo hemos hecho durante 15 años”. 

Finalmente, dice, “el licenciado Delgadillo nos dijo que le diéramos hasta el 8 de octubre para reubicar a Padilla, a ver si no le hacía un berrinche, y que esperaba que no lo golpeara. Eso nos sorprendió”, comenta la señora. 

Los 16 locatarios del mercado esperan que se reubique a Padilla, puesto que la falta de estacionamiento ha provocado que sus ventas bajen y también tienen miedo que les pase lo que a Salvador.  

Proceso