GUADALAJARA, JALISCO (13/ENE/2015).-Presumiblemente, un comandante de la Policía de Guadalajara había cerrado varios de los sitios en que distribuía drogas, por ello el implicado lo mandó matar. Después cayó su cómplice y, para evitar que éste lo denunciara, huyó a la ciudad de Tijuana.
Pero cinco años después de que planeó el atentado, regresó. Y ya está en prisión.
La Fiscalía del Estado dio con Ladislao Márquez Luévanos, de 44 años, apenas el viernes pasado. Lo llevó al complejo carcelario de Puente Grande bajo el señalamiento de homicidio calificado, delito al que hará frente ante el Juzgado Noveno en Materia Penal.
Ante el Ministerio Público, el señalado (quien también usa el nombre de Gerardo García Luévanos) declaró que "suponía" que el comandante Alexander Cervantes Selena le había clausurado sus "tienditas".
Así, contrató a un individuo de nombre Luis Ricardo Rodríguez Gómez para que matara al oficial. Investigaron la colonia en que éste vivía y lo abordaron en un día en que descansaba y platicaba con otras personas cerca de su casa.
"El crimen ocurrió el 15 de abril de 2010, a las 19:45 horas", detalla la Fiscalía.
Luis Ricardo llegó en un vehículo de color oscuro que se detuvo junto al policía. Bajó, le disparó en varias ocasiones y subió de nuevo al auto para huir a toda velocidad.
Sin embargo, la autoridad investigadora dio con él en marzo de 2011, lo arrestó y consignó al Juzgado Sexto en Materia Penal. Antes reveló la identidad del autor intelectual del homicidio que él concretó.
Una vez que la Fiscalía supo que el señalado estaba en Guadalajara, organizó un operativo y lograron capturarlo en la misma colonia en que habitaba el comandante. "El Ministerio Público giró una orden de localización y presentación en su contra".
Tras confesar, el Ministerio Público lo llevó a prisión. Allí podría pasar entre 20 y 40 años recluido, de acuerdo con el artículo 213 del Código Penal del Estado de Jalisco.
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