“A las autoridades estatales les demandamos y exigimos atender con prontitud y eficacia el esclarecimiento de este lamentable homicidio y les reclamamos la pronta localización y castigo, con todo el peso de las leyes, de los responsables materiales e intelectuales del cobarde asesinato del expresidente Efrén Álvarez López”, señala el documento firmado por el presidente estatal del Sol Azteca, Raúl Vargas López.

De acuerdo con una fuente cercana a la investigación del asesinato, el 30 de enero de 2012, Álvarez López fue víctima de un atentado, pues un grupo armado arribó a su entonces domicilio, en la comunidad de San Felipe de Hijas, en San Sebastián del Oeste, con la finalidad de privarlo de la libertad, sin embargo, el hombre logró escapar junto con su familia.

Asimismo se informó que el perredista habría recibido constantes amenazas de muerte de un grupo del crimen organizado que se encuentra asentado en la Región Sierra Occidental de Jalisco.

Versiones de los familiares y testigos del homicidio señalan que antes de las 20:00 horas del sábado, tres hombres arribaron a la veterinaria que se localiza en la intersección del Antiguo Camino a Tlajomulco y la calle González Gallo, para llevar a revisión un perro y se retiraron para luego regresar y al tener a la vista a Álvarez López le dispararon en repetidas ocasiones.

El cuerpo del ex alcalde presentaba al menos nueve heridas producidas por proyectil de arma de fuego, según el reporte de la necropsia, mientras que los peritos forenses decomisaron nueve casquillos percutidos de dos diferentes calibres, así como cinco ojivas.

Unidades llegaron al lugar donde se encontraba una veterinaria, y dentro, a un hombre que presentaba numerosos impactos de arma de fuego, ya muerto. Fue su esposa la que identificó al hombre de 50 años; éste vivía sobre la calle Fresa, en dicho fraccionamiento.

De acuerdo a testimonios, sujetos arribaron al establecimiento y con el pretexto de que buscaban a un perro lo metieron en el comercio donde sacaron las armas de fuego para dispararle en repetidas ocasiones en una agresión directa. Tras el crimen huyeron a bordo de dos vehículos, un Chrysler Stratus blanco y un Cadillac negro; no se precisaron más detalles de los homicidas.

Se notificó a Ciencias Forenses y a la Fiscalía General del Estado. Dispersos en el sitio de la agresión se hallaron alrededor de 20 casquillos calibre 9 milímetros y 38 súper; por las condiciones del cuerpo, no se precisó cuántos disparos habían acertado contra la persona.

Vecinos de la veterinaria se dijeron extrañados por el incidente, ya que Álvarez López y su familia no tenían problemas con nadie y se portaban amables.