Según el resultado de este sondeo, para 56 por ciento de la población mayor de los 18 años, es decir, 1 millón 690 mil jaliscienses, hay una percepción muy frecuente de actos de corrupción, lo que coloca al estado en la tercera posición superado solo por el Distrito Federal y Michoacán.
Jalisco se encuentra muy por encima de entidades con graves problemas de inseguridad como Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, las cuales promedian una percepción del 48 por ciento. Además, en la encuesta se revela que, en 752 mil 767 trámites realizados, los jaliscienses sufrieron una experiencia de corrupción.
La ENCIG muestra que Jalisco se encuentra muy por encima de la media nacional que es del 48 por ciento de la población. En tanto que los servidores públicos que perciben como más corruptos son los policías, más de un millón de habitantes consideran que los miembros de las corporaciones de seguridad son corruptos.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad (Envipe) las corporaciones menos confiables son las de tránsito – para el caso de Jalisco, la Policía Vial- y luego las policías municipales.
No muy lejos de los policías se encuentran los partidos políticos en segundo lugar, ya que un millón 403 mil habitantes consideran a estos institutos como corruptos. Le siguen diputados y senadores, Ministerio Público, gobierno del estado, gobiernos municipales, gobierno federal, jueces y magistrados.
Aunque para los habitantes del estado el problema que ocupa el primer lugar de atención es el de la inseguridad y la delincuencia, la corrupción ocupa el segundo lugar, la tercera preocupación de los jaliscienses es el desempleo, mientras que en quinto lugar se encuentra la pobreza.
El gobierno del estado tenía desde iniciada la Administración identificado el problema, pues en la encuesta ciudadana de percepción del PED 2013-2033,10 63 por ciento de los encuestados mencionó la necesidad de combatir la corrupción, “cerca de 30 por ciento consideró que el problema debe ser atendido por la sociedad en alianza con el gobierno, y 72 por ciento dijo considerar inefectivas las acciones del gobierno para combatir la corrupción”, señala el documento.
Resulta paradójico, pero aunque hay una alta percepción de actos de corrupción, solo el 30 por ciento de los encuestados considera que existe un mal desempeño del gobierno.
Ni las instituciones religiosas se salvan, pues 332 mil encuestados en Jalisco consideran que existen actos de corrupción en estas, en tanto que 222 mil ven corrupción en compañeros de trabajo y 158 mil en familiares. Parece ser que los vecinos serían los más confiables, o los desconocidos, pues solo 144 mil jaliscienses ven corrupción en sus vecinos.
Por un lado, el Plan Estatal de Desarrollo (PED) plantea la creación de una comisión de anticorrupción y ética pública y se propone disminuir la incidencia de estos actos; asimismo, el Congreso local analiza una iniciativa para crear una Fiscalía Anticorrupción; la Ley de Combate a la Corrupción en el Estado de Jalisco y un programa de protección de denunciantes y testigos de estos actos.
Miguel Ángel Puértolas, Milenio