Otro deportista, también de 15 años, declaró en la averiguación que la Fiscalía General del Estado abrió sobre el abuso sexual que sufrió en enero pasado uno de los ciclistas –otro menor de edad–, que sus compañeros también habían pretendido violarlo.
El padre relató que su hijo era el otro muchacho que fue captado en un video en el momento que el resto de los ciclistas lo golpeaban con el puño cerrado y con una llanta de bicicleta.
En enero, cuando ocurrió la violación hacia el ciclista, el otro deportista estuvo a punto de correr la misma suerte.
Mi muchacho no era de los que se quedaban a dormir. En enero apenas había ingresado y sólo cuando iban a carreras se quedaba a veces a dormir. A él casi le pasaba lo mismo en enero, algo que según me cuenta, se lo hacían a los novatos. Los chavos le llamaban ‘la bienvenida’ a todo eso que hacían”, relató el papá.
Llegada la noche, acostados, uno de los muchachos traía un tubo de la litera. Uno de los mayores le dijo que con eso estaba bien. Mi hijo empezó a forcejear con ellos, logró tomar una botella de vidrio y le pegó a uno. No la quebró, pero sí le dio un buen golpe y con eso se aplacaron los demás”, narró.
Al día siguiente de aquel suceso, el muchacho fue con una doctora del Code. “Ha de ser una jugarreta de ustedes”, le dijo ella. Un ciclista veterano, al que le había contado lo ocurrido en aquella noche, le recomendó que presentara una queja ante la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
El engorroso trámite por teléfono sólo le provocó desistir de la denuncia al muchacho. Optó por contarle al entrenador del equipo, Raúl Torres, al que le mencionó que pretendía que la Conade supiera de lo que ahí ocurría. A cambio, el profesor le dijo que estaba suspendido y que no podía regresar sino hasta agosto próximo.
Yo creo que el entrenador sabía que se llevaban fuerte, pero tal vez no estaba enterado que iba más allá, pero cuando hay una alerta, pues como entrenador debes decir ‘aguántame, déjame ver’, pero fue fácil sólo suspenderlo”, dijo el hombre.
El lunes pasado, la Fiscalía General del Estado informó que los seleccionados estatales –algunos han representado a México en campeonatos mundiales– Gabriel Aldair Figueroa Cobos, de 18 años; Hiram Santiago Pérez Udabe, de 21 años; Miguel Santana Rodríguez, de 18 años, y Edibaldo Maldonado Rayas, de 21 años, habían sido consignados ante el Juez Décimo Cuarto en Materia Penal por los delitos de abuso sexual infantil agravado y corrupción de menores.
El cuarteto, junto con otros dos menores de edad, había abusado sexualmente en enero pasado del joven ciclista, en tres ocasiones. Los dos menores de edad fueron remitidos ante un juez especializado.
El muchacho que fue abusado mostró a La Jornada Jalisco un video en el que se observa cómo él y otro chico –al que pretendieron ultrajar los otros ciclistas– son amarrados por las extremidades, cubiertos con una cobija azul y golpeados con los puños y con llantas de bicicleta.
Yo no había visto el video. Lo vi y fue algo fuerte, algo feo, me dio coraje. Nos da pena que los muchachos estén recluidos, sobre todo por sus padres. Se siente feo, pero cómo le digo a mi hijo: en la vida aprendes que si haces algo indebido, habrá una consecuencia. Me molesta también que antes no hayan hecho nada.”, dice el papá del muchacho.
“Nosotros somos los que ganamos”, decían los ciclistas que están en espera de que su situación jurídica se resuelva. Con frases así, habían construido un muro de impunidad.
El muchacho que ha declarado como testigo tiene miedo. Cuando tocan a la puerta de su casa, por la noche, se espanta, dice su padre.
Él me comentó que para estos muchachos esto no era nuevo, que todo lo tenían planeado. Incluso lo amenazaron, le dijeron a mi hijo que si hacía algo o decía algo, que ya sabían cómo se llamaban algunos primos de ellos…y le dieron el nombre de una sobrina”.
Mauricio Ferrer, la Jornada Jalisco