Los bomberos sacaron a Luz María García Bermejo, de 81 años, intoxicada por el humo que aspiró al meterse al cuarto donde dormía su esposo, intentando ayudarlo a salir, pero el monóxido de carbono la desvaneció antes de llegar a él.
Ya la mujer había perdido los signos vitales cuando los elementos de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara la sacaron a la calle y, aunque estuvieron intentando reanimarla los paramédicos, ya nada pudieron hacer por ella.
Calcinado quedó el cadáver de José Ángel Silva Sandoval, quien recién había cumplido 85 años 15 días atrás.
La pareja vivía encerrada en una vivienda de la calle Encino, entre Ciprés y Paraíso; sus hijos y nietos les llevaban alimentos en el desayuno, comida y cena, pero casi no salían y sólo a veces abrían el bazar de ropa y calzado que tenían en la cochera de la casa.
10 años atrás, una de sus hijas compró la casa para los ancianos y Pancho, el hijo de ambos, estuvo viviendo con ellos hasta hace poco más de un año, cuando tuvieron problemas y el hombre, que les ayudaba con el aseo de la casa y otros menesteres, se fue a vivir a otro lado.
La causa aparente del incendio no era evidente para los bomberos que sofocaron las llamas a las 6:00 horas de este sábado, pero, según los familiares de la pareja, José Ángel acostumbraba fumar en su cuarto y una colilla de cigarro podría haber iniciado el fuego. El cuarto se quemó por completo y partes del techo de yeso se desmoronaron cuando los bomberos combatían el incendio, además que el resto de la casa quedó renegrido a causa del humo.
La pareja tenía varios perros que quedaron encerrados en la azotea, aunque no sufrieron quemaduras o intoxicación.
Fueron los vecinos los primeros en abrir el cancel metálico de la vivienda para intentar combatir el incendio, pero al darse cuenta de la magnitud del siniestro, no pudieron hacer nada y aguardaron unos minutos hasta la llegada de los bomberos.
Juan Levario, Milenio