GUADALAJARA, JALISCO (16/MAY/2014).- Carmen no sabe ni cómo se endeudó. Uno de sus primeros trabajos fue como agente telefónica de cobranza: sabía tanto las implicaciones de usar un crédito como lo molesto que sería si dejaba de pagarlo. Pero le ocurrió, con dos de sus tres tarjetas de crédito. No está sola.
Los jaliscienses han dejado de pagar en el último año dos millones de pesos diarios de los créditos que deben, revelan cifras del Centro Bancario del Estado de Jalisco (CBEJ).
La cartera vencida, es decir, los créditos que no han sido pagados en los términos pactados originalmente, creció de cinco mil 119 millones a cinco mil 866 millones de pesos de febrero de 2013 al mismo mes de este año. El monto incluye las deudas hipotecarias, de consumo, tarjeta de crédito y préstamos a negocios.
Este aumento de 747 millones de pesos implica un crecimiento de 14.59% en ese periodo. El incremento es mayor al 12.15% de aumento en la colocación de créditos bancarios en el Estado.
Jalisco se ubica en el tercer lugar nacional con más deuda vencida, por debajo del Distrito Federal (30 mil 618 millones) y Baja California Norte (con seis mil 074 millones de pesos).
El presidente del Centro Bancario del Estado de Jalisco, Abelardo Díaz de León, señaló que, aunque la cartera vencida ha crecido, aún no enciende señales de alarma pues es un monto pequeño cuando se compara con la colocación de créditos en el Estado, que ronda los 147 mil millones de pesos.
Una situación económica deteriorada es la principal razón por la que la gente ha dejado de pagar sus cuentas, dijo. “Se ha sentido una falta de liquidez y eso afecta; a lo mejor, el que era puntual en sus pagos ahora se retrasa 30 o 60 días, y el que pagaba a 60 días ahora se va a 120”.
Aunque una de las acciones básicas para evitar que la gente deje de pagar sus créditos es no ofrecerlo de manera indiscriminada, Israel Macías, jefe del Área Académica de Economía de la Universidad Panamericana, afirmó que los bancos no han mejorado en esta práctica porque tienen perfectamente calculado el porcentaje de clientes que fallarán.
Las instituciones de crédito reparten ese costo entre los acreditados cumplidos, a través de aumentos en las tasas y las anualidades, explicó.“Al tener bien calculados los riesgos, los que sí pagamos estamos financiando las deudas de los que no van a pagar”.
Mientras, Carmen está a la espera del reparto de utilidades de este año para bajar un poco sus deudas y tratar de salir del círculo al que entró sin saber cómo.