A través de la mesa de diálogo que se formaría entre inconformes por los rellenos de Picachos y Hasar´s, Ayuntamiento de Zapopan, gobierno de Jalisco y universidades para analizar la situación del vertedero de Picachos, el municipio quiere “hacerles ver [a los pobladores] que [el tiradero] no está generando la contaminación que ellos dicen para que ellos puedan considerar su primera solicitud de cerrar el tiradero” aseguró Elías Rangel, secretario general.
El sábado 8 de febrero un grupo de alrededor de 50 personas originarias de las comunidades de Huaxtla, San Lorenzo, Ixcatán, Tateposco, Milpillas, San Isidro, San Esteban y San Miguel bloquearon el ingreso al vertedero.
La principal demanda de los pobladores es “la reubicación de los vertederos [el de Picachos y el Relleno Sanitario Hasars]. Un plan de abandono, adecuado, científico. Y el pago total de daños a los pueblos. Que se respondan en todos los daños, físicos, psicológicos, ambientales, de salud pública”, señaló José Casillas, miembro de la Asamblea Regional de Afectados Ambientales.
Los inconformes han señalado que el vertedero ha tenido un mal manejo, por lo que se han registrado escurrimientos de lixiviados que se vierten con el agua del cauce de Milpillas, mismo que desemboca en el río Santiago.
De acuerdo al secretario general del Ayuntamiento de Zapopan, Elías Rangel, desde el fin de semana comitivas del municipio se acercaron a los habitantes inconformes para escuchar las peticiones y poder llegar a un acuerdo. El funcionario dijo que durante las visitas realizadas durante los tres días del bloqueo, los inconformes no tenían listo su pliego petitorio.
La mañana de este martes alrededor de 30 personas mantenían el bloqueo que impedía el acceso al vertedero. Al mismo tiempo se reunieron alrededor de 200 pepenadores, quienes solicitaban a los quejosos que se retiraran.
Después del mediodía, 40 elementos y ocho vehículos de la Comisaría General de Seguridad Pública de Zapopan hicieron presencia en la zona, por lo que los pobladores que mantenían bloqueado el ingreso al vertedero Picachos decidieron retirarse.
Sin embargo, señalan que "fue una acción rápida, desplegaron su fuerza. […] No hubo diálogo. La gente se replegó porque había mujeres y niños ahí. No hubo detenciones. Hubo empujones, hubo crisis nerviosa", detalló José Casillas.
Por su parte, el secretario general del ayuntamiento afirmó que los elementos de la policía municipal nunca hicieron uso de la fuerza y nunca desalojaron a los inconformes. Dijo que su presencia se debió a las fricciones entre los grupos “y únicamente lo que hizo fue apartar a los pobladores de la parte de los pepenadores para salvaguardar la identidad física de ambos grupos”.
Por la tarde de ayer fue celebrada un reunión entre autoridades y pobladores en la que determinaron formar una mesa de diálogo en la que se estudien las peticiones de los pobladores con el municipio, gobierno estatal y especialistas. Los pobladores piden que en el transcurso de esta misma semana se desarrolle la primera reunión.
Claves
Sobre el caso
El agua del cauce es utilizada para siembras, consumo de animales y humanos
Los inconformes dicen que el agua contaminada por lixiviados ha provocado muertes de ganado, problemas de salud en habitantes y contaminación y muerte de fruto
Pobladores dicen contar con estudios que muestran presencia de cromos totales, cianuro, arsénico y mercurio. Por Arturo Ramírez Gallo, Milenio
LA VERDAD
El secretario general del Ayuntamiento de Zapopan, Elías Rangel, miente con relación al asunto del pliego petitorio de los pobladores colindantes al relleno de Picachos, ya que por la tarde del lunes 10 del mes en curso, habían pactado la representación de los pobladores y el mismo Secretario, una mesa de trabajo y la recepción del pliego petitorio para la mañana del martes 11 de febrero en el edificio de la presidencia de Zapopan.
El relleno de Picachos no está bien manejado cuando menos en materia de protección ambiental, ya que no cuenta con el monitoreo de los lixiviados "tratados" y descargados, en cuanto al monitoreo del PH, de la Demanda Bioquímica de Oxigeno (DBO), de la Demanda Química de Oxígeno (DQQ) y de los Metales pesados, esto, en contravención al artículo 7.11.2 de la NOM-083.
Asimismo, el relleno de Picachos no está bien manejado, ya que no cuenta con el monitoreo de acuíferos por medio de los pozos de muestreo de las aguas subterráneas que colindan con el relleno, esto, en contravención al artículo 7.11.3 de la NOM-083, pues no cuentan con dichos pozos.
Picachos tampoco cuenta con el monitoreo de emisiones y migración del biogás (7.11.1 de la NOM-083), y de forma irresponsable se vierten miles de toneladas de biogás a la atmósfera al ventear el biogás, ya que no cuentan siguiera con antorchas que quemen el biogás, lo que trae como consecuencia que se contamine con gases venenosos el medio ambiente y que se contribuya al cambio climático, tomando en cuenta que el biogás es 21 veces más potente como gas de efecto invernadero que el bióxido de carbono y que se queda en la atmósfera por más de 15 años, contribuyendo además a la proliferación de enfermedades respiratorias como el asma en los niños y al cambio de clima de la Zona metropolitana de Guadalajara, al formar un escudo térmico de biogás sobre los cielos de la zona.
Resulta muy probable, dado los movimientos observados en la Presidencia Municipal, que junto con la mafia de los pepenadores, el presidente Héctor Robles Peiro utilizó a tianguistas de Zapopan como golpeadores, para presionar y desalojar a los pobladores que bloqueaban el ingreso al relleno de Picachos, y así tener el pretexto para el uso de la fuerza pública para el desalojo.
Otra interrogante sería, cual es el manejo ambiental que le están dando Picachos y Hasar´s a los polímeros y sulfatos que utilizan para supuestamente tratar de limpiar y aclarar los lixiviados, y que se desechan al final del tratamiento con los residuos contaminantes que estaban primeramente agregados a los lixiviados.
Es fácil ver que en Picachos no se cubre inmediatamente la basura con coberturas de tierra o bentonita una vez que es dispuesta en el relleno, esto por carencias de maquinarias adecuadas y por la pepena existente en los residuos urbanos, lo que trae como consecuencia una contaminación de compuestos volátiles orgánicos y de microorganismos sobre el medio ambiente.
NOTICIA RELACIONADA
Vecinos exigen cierre de vertederos
Los pueblos de la barranca denuncian que los vertederos de Picachos y Hasars, localizados al norte de Zapopan, siguen derramando altas cantidades de lixiviados en los cauces de los ríos que colindan con sus poblaciones
En el balneario Milpillas, al norte de Zapopan, se respira un olor fétido, parte de las aguas marrones que vienen de Picachos se concentran hoy en lo que solía ser una presa de agua limpia que la gente utilizaba como alberca.
Los vertederos de Picachos y de Hasars se encuentran a pocos kilómetros de ahí y desde allá fluyen líquidos contaminados con metales pesados, mercurio, arsénico y otros venenos.
Esa agua sucia desciende río abajo sobre la barranca hasta llegar a los poblados de San Lorenzo y Huaxtla; en lo profundo del cerro el río toca la comunidad de La Soledad y luego Ixcatán .
Ahí los pobladores han visto cómo en los últimos años su ganado muere, la vegetación palidece y comienza poco a poco a secarse.
“Con el agua del arroyo se llenaban las albercas, pero fíjese ya no hay nadie”, comenta uno de los empleados del balneario consultado por Reporte Indigo.
Desde hace una par de años todos en la zona dejaron de utilizar el agua del río y desde entonces su economía comenzó a tambalearse, pues ahora deben traer agua de fuera y la gran mayoría dejó de cultivar sus tierras.
En Huaxtla la afluencia de paseantes a las cascadas también se redujo casi al 100 por ciento.
Y es por eso que los pobladores de esas comunidades de Zapopan mantienen cerrado el camino que lleva al vertedero sobre la carretera a Colotlán.
Víctor Manuel Arellano, vecino de San Lorenzo y uno de los manifestantes que el pasado sábado 8 de febrero solicitaron el cierre de los vertederos, refiere que desde el 2009, los acuerdos firmados por las poblaciones de las barrancas con el gobierno de Zapopan a propósito del manejo de los vertederos, no han sido cumplidos.
“Ya no necesitamos que se cumplan esos acuerdos, ya vamos por el cierre del vertedero”, apunta uno de los manifestantes. “Que se busquen otro lugar”, agrega otro joven, ambos entrevistados el pasado sábado, a pocas horas del cierre del camino.
Acuerdo no fue suficiente
El vertedero Picachos es operado por el Municipio de Zapopan y Hasars es una empresa privada; ambos vertederos se comprometieron en el 2009 a realizar una serie de obras de infraestructura social y técnica para mejorar las condiciones de vida de los pobladores de la barranca.
En el documento, firmado y aprobado por la administración del panista Juan Sánchez Aldana, se creó la Comisión Técnica para el análisis de la contaminación del río Milpillas en el balneario Huaxtla, en el balneario Milpillas en la subcuenca del río La Soledad, así como la contaminación general de la zona.
El Municipio se comprometió a revisar la subcuenca haciendo revisiones “permanentes las 24 horas del día del escurrimiento y descargas de lixiviados en los vertederos de Picachos y Hasars”, se lee en el acuerdo tercero del convenio con los pobladores avalado por el cabildo de Zapopan. Pero esa revisión nunca se hizo.
A pesar de que ambas empresas alegan que han invertido en convertir sus vertederos en rellenos sanitarios amables con el medio ambiente, la realidad es que ambos basureros siguen contaminando la zona. (Véase El agua sucia de Vielma).
Esteban Gutiérrez Hermosillo, de la Agencia por la Regeneración Socio Ambiental (ARSA), organización que ha dado acompañamiento a los pobladores de San Lorenzo, explica que ambos vertederos incumplen con la Norma Mexicana número 083 y con la nueva Ley de Responsabilidad Ambiental.
Una de las celdas de almacenaje de residuos de Picachos todavía no está terminada y no tiene recubrimiento de geomembrana que impida el escurrimiento de los líquidos, aunque ya se utiliza. (Véase Picachos contamina subsuelo).
Además, la planta de tratamiento de ese basurero “no opera todos los días del año”.
En un recorrido que hicieron pobladores de San Lorenzo con Arsa y representantes de Picachos y Hasars, se observaron las deficiencias de ambos vertederos.
Esteban Gutiérrez relata que ninguno de los representantes de los vertederos se quiere responsabilizar del daño ambiental en la zona.
“Hasars le echa la culpa a Picachos del derrame de lixiviados”, refiere el activista.
Una encargada de Proepa (Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente), que también los acompañó en la visita a los basureros, se comprometió a volver a la zona y entregar a los pobladores una propuesta viable para el manejo de los vertederos.
Sin embargo, los propios pobladores enviaron un comunicado a la prensa en el que exigen el cierre total de los dos basureros.
“La exigencia central es la reubicación inmediata de ambos basurales asesinos”, apunta el documento.
Afirma que “ni el gobierno municipal de Zapopan, ni la empresa Hasars han cumplido su compromiso firmado el 14 de octubre de 2009 y ratificado por el Cabildo el 20 del mismo mes y año de evitar el derrame de lixiviados las 24 horas del día”.
En el comunicado se refiere que el vertedero de Copalita, cerrado en agosto de 1994, sigue arrojando venenos al río La Soledad, y se ha agravado por las descargas de los fraccionamientos.
Paralelo al comunicado, Esteban Gutiérrez comenta que tras la visita a los basureros los pobladores mantienen la postura del cierre de las plantas de tratamiento.
Y exigen que se hagan obras de ingenierías que impidan que en tiempos de lluvias los lixiviados no terminen en el río Milpillas.
Además de obras de abastecimiento de agua para todos los pueblos de la barranca. Las obras deberán incluir infraestructura subterránea y superficial que garanticen agua limpia a las poblaciones afectadas.
Por último, los manifestantes también piden que tanto el gobierno estatal como el municipal deberán apoyar un proyecto de reactivación económica en la zona que pueda beneficiar a las comunidades a través de la producción agrícola u otros proyectos turísticos.
Renuevan exigencias
A pesar de que las exigencias eran distintas a las actualmente presentadas por los vecinos de las poblaciones de Huaxtla, San Lorenzo, Milpillas, Ixcatán y La Soledad, quienes en octubre del 2009 se reunieron con las autoridades en la Presidencia Municipal de Zapopan, ahora los pobladores exigen el cierre de los vertederos ante la desatención de la autoridad.
En aquella ocasión las exigencias se resumían a cinco puntos en los que solicitaban la instalación de una mesa de negociación, el cierre del basurero de Hasars, el cierre de granjas de cerdos, la protección y el mantenimiento del basurero de Copalita, así como el saneamiento inmediato del río La Soledad.
En el documento de aquella sesión del 2009 el Ayuntamiento se comprometió a realizar una revisión de las subcuencas de Milpillas y el río La Soledad, para detectar el escurrimiento y las descargas de lixiviados.
Por eso los vecinos llaman actualmente a la autoridad a cumplir diversas demandas sociales, las cuales son: reubicación de rellenos a largo plazo, realización de obras de ingeniería para evitar contaminación del río Milpilla, realizar una obra de abastecimiento de agua y la reactivación económica de la zona. Por Paloma Robles, Reporte Índigo
TE PUEDE INTERESAR: El agua ‘sucia’ de Héctor Vielma y la corrupción en Zapopan