Los abusos en el actuar de algunos malos elementos de esa corporación han consistido en tratar a los ciudadanos de una manera indebida, equivocada, ilícita o ilegal, que demerita la muy buena labor que realizan otros agentes de esa misma policía zapopana, pues por unos pocos se mancha la imagen de todos.
En días pasados ocurrió otro hecho lamentable por una de las avenidas del municipio, cuando iba caminando un menor de edad después de concluir su jornada de trabajo y se dirigía a su casa, pues de pronto fue detenido de manera arbitraria y prepotente por varios elementos de la policía de Zapopan, debido a un supuesto robo que le imputaban.
Los elementos policiacos lo sometieron por la fuerza y lo cuestionaban por el dinero producto del robo a un negocio; el menor les dijo que ignoraba los hechos, y que él acababa de salir de su trabajo y no había participado en ningún robo, pero los policías continuaron intimidándolo e incluso le efectuaron una revisión al grado de ordenarle que se desvistiera para ver si entre sus ropas o en sus pertenencias tenía el dinero.
No obstante la revisión exhaustiva, no le encontraron dinero alguno, situación que molestó a los elementos municipales, quienes continuaron insistiendo en que les dijera dónde estaba el dinero y el menor siguió contestando que no traía nada, lo que bastó para que uno de los policías lo golpeara en la nariz con un radio transmisor, provocándole una fuerte lesión.
Otro hecho en que participaron elementos policiacos de Zapopan, fue el interceptar y detener sin alguna causa o justificación al conductor de un vehículo, a quien le pidieron que bajara del vehículo para una revisión de rutina; la persona se negó y les indicó a los agentes que si querían él bajaba los cristales de su automóvil para que pudieran observar que en el interior no llevaba ni objetos, ni mercancías, ni sustancias o armas u objetos prohibidos.
Los uniformados amenazaron con bajarlo por la fuerza y llevarlo detenido, pero el conductor les indicó que conocía sus derechos porque era estudiante de derecho, y les pidió proceder conforme a ley. Ante tal situación, los policías cambiaron de actitud pero de manera molesta le indicaron que se retirara del lugar.
Nuestro derecho penal considera que existe el abuso de autoridad o abuso de poder cuando un sujeto a quien se le han asignado facultades públicas de autoridad, en el desarrollo de sus actividades no cumple con las obligaciones que le impone la ley, generando un daño físico o material a alguien.
El Código Penal en el Estado de Jalisco, en su Artículo 146 señala “Comete el delito de abuso de autoridad todo servidor público, sea cual fuere su categoría, que incurra en alguno de los casos siguientes: Cuando en el ejercicio de sus funciones, o con motivo de ellas, hiciere violencia a una persona, sin causa legítima, o la vejare; o cuando ejecute, autorice o permita cualquier acto atentatorio a los derechos garantizados por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por la del Estado.
Nuestra Constitución Política establece una serie de derechos humanos y garantías que todas las autoridades deben de reconocer y respetar; señalaré algunos: Artículo 1: “En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales, así como de las garantías para su protección. Todas las autoridades tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos”. Artículo 14: “Nadie podrá ser privado de la libertad o sus derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes”. Artículo 16: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento”; y Artículo 22: “Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie”.
Catedrático de la Universidad del
Valle de Atemajac (UNIVA)
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