El dictamen fue emitido por la Dirección de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Protección Civil del Gobierno Municipal, luego de que autoridades, pidieron revisar las condiciones de seguridad del monumento.

El comité técnico revisor determinó que la estructura de acero corre el riesgo de desplomarse porque la base no tiene el diseño adecuado para sostener el cuerpo completo de la estructura que pesa cientos de toneladas; la soldadura presenta defectos, las perforaciones donde se colocaron los tornillos no corresponden al diámetro de éstos y no cuenta con refuerzos laterales.

Se comentó que la demolición es inminente por el riesgo que representa para la ciudadanía y porque el Gobierno Municipal carece de recursos para hacer las reparaciones correspondientes, las cuales costarían hasta unos 25 millones de pesos.

El presidente municipal Ramiro Hernández y el director de Obras Públicas no fueron localizados para conocer su opinión acerca de la clausura y demolición, porque todo esto no es verdad, “inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día en nadie debes confiar”.