En el fraccionamiento Jardines del Valle, por ejemplo, hace nueve meses se abrió una cancha de futbol rápido donde se vende cerveza a menores y hasta se trafica con droga, sin que ninguna autoridad sancione al propietario, pese a las 15 denuncias y reportes que ha presentado el vecindario.
“El lugar ha sido clausurado en tres ocasiones, pero el dueño se jacta de que no lo pueden detener; parece que lo protege una regidora del PAN y casi de inmediato vuelve a abrir esa cancha. Su respuesta es tan rápida que cuando alguien lo reporta a las autoridades, el dueño se da cuenta y luego se burla de los vecinos”, dice una persona que pide omitir su nombre y analiza la posibilidad de vender su casa para cambiarse de colonia.
La cancha está en la unidad deportiva del número 40 de la avenida Antiguo Camino a Tesistán, entre la avenida Guadalajara y Valle de los Rubíes, fraccionamiento Jardines del Valle. Vecinos inconformes aseguran que los empleados del ayuntamiento “se pasan por el arco del triunfo” el Reglamento de Policía y Buen Gobierno y todas las normas municipales para la operación de establecimientos comerciales, pues el negocio funciona hasta la madrugada, no tiene WC, ahí se vende cerveza a menores, se permite la drogadicción y de esa forma se fomenta la inseguridad pública.
Hace una semana dichos colonos se cansaron de la indiferencia de la Oficialía de Padrón y Licencias y de la Dirección de Inspección y Reglamentos del ayuntamiento y presentaron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) una queja por la falta de atención de esas autoridades y de los regidores para investigar cómo se otorgó la licencia a la cancha de futbol rápido y por qué nadie la puede tocar. Añaden que tales omisiones propician el aumento de la drogadicción, la delincuencia y el consumo de bebidas embriagantes por menores en esa zona, tanto en el establecimiento como fuera de él. Además, señalan que el ruido no los deja descansar hasta la madrugada, cuando cierra.
“Nunca se nos pidió su firma para la carta de anuencia vecinal, que entendemos es un requisito indispensable de la autoridad municipal para toda persona que pretende abrir un negocio, y más cuando incluye la venta de bebidas alcohólicas. Se supone que ese asunto debió ser atendido por el Consejo Municipal de Giros Restringidos del ayuntamiento”, argumenta un colono.
Una copia de la queja número 1388870, fechada el 13 de septiembre e interpuesta por José Guadalupe Salas Flores, se dejó en la oficina del presidente municipal, Héctor Robles Peiro. La ignoró. Para documentar sus gestiones anteriores, los colonos muestran un oficio fechado el pasado 27 de junio, dirigido a la titular de la Oficialía de Padrón y Licencias, Karla Torres Cervantes, mediante el cual decenas de personas pidieron al ayuntamiento la inmediata suspensión de la licencia municipal de la citada cancha. Sus razones:
“El horario (oficial) de servicio es 19:00 a 23:30 horas; hay venta de bebidas embriagantes; no cuenta con sanitarios, lo que provoca que quienes acuden a jugar hagan de sus necesidades fisiológicas a la vista de nuestras familias. La iluminación que tiene es excesiva invadiendo (la intimidad) de nuestras casas hasta en la madrugada.” Ello, no obstante que “el Reglamento de Desarrollo Urbano y Ordenamiento del Territorio del municipio de Zapopan, en su artículo 95, inciso XI, marca que las instalaciones (de servicio público, como esa cancha) deberán incluir aparatos sanitarios de consumo bajo en agua, accesorios, materiales y especificaciones para el aprovechamiento racional del agua y que eviten dispendios de fugas”.
Licencias chuecas
Recientemente abrió sus puertas en la planta alta de la Plaza Patria, sobre la avenida Ávila Camacho y Patria, el restaurante Boca 21. Ahí la falta de baños es motivo frecuente de reclamos, pero los empleados les indican a los clientes que vayan a los baños generales del centro comercial. Es otro caso de violación del Reglamento de Desarrollo Urbano y Ordenamiento del Territorio.
El regidor del Partido Movimiento Ciudadano Augusto Valencia dice en entrevista que esto demuestra el tráfico de influencias al otorgar las licencias, pero también sucede cuando una autoridad judicial se impone al ayuntamiento.
“Yo solicité que se hiciera una certificación a los inspectores con pruebas de confianza, pero eso no se ha logrado dictaminar, aunque fue un compromiso de todos los que fuimos candidatos a la alcaldía en la elección de 2012, y que serviría para inhibir actos de corrupción.”
Dice que en un reciente estudio la fundación Profesionales por la Ética señala que existe una alta percepción de corrupción en las áreas de Inspección, y Padrón y Licencias del ayuntamiento zapopano.
“La administración se ha equivocado al creer que con ir a clausurar los negocios ya se manda una señal positiva, pero no se verifica el cumplimiento de los reglamentos ni se investiga a los presuntos cómplices de actos de corrupción: el personal se hace de la vista gorda o directamente pide una compensación. Eso hace que la autoridad municipal pierda ingresos y se detone la corrupción. Hay un problema serio que se tiene que reconocer y luego atender.” Aunque dice no conocer de manera oficial los casos que se le consultan, el regidor sabe que muchos negocios operan sin licencia, no cumplen la normatividad administrativa o la de seguridad, pero la autoridad municipal también ha denunciado. El Tribunal de lo Administrativo del Estado (TAE) otorga suspensiones a algunos particulares para operar sin cumplir la norma. En su opinión, en los hechos hay una especie de acuerdo entre autoridades jurisdiccionales y la representación municipal, en el cual ésta se deja vencer en juicios y así permiten la apertura de negocios que violentan la ley y dejan fuertes ganancias.
La licencia para operar un bar cuesta de 70 mil pesos a 80 mil pesos en el mercado negro, y quien la ofrece garantiza que no hay problema con la anuencia por parte de los vecinos o por el horario del negocio.
Llega a tal grado el coyotaje que cualquier persona tiene acceso a páginas que ofrecen este servicio ilegal, como Licencia Municipal, en el sitio http://licenciamunicipal.mex.tl/
Ahí se difunde el número telefónico de una persona que ofrece toda la información que se le requiera por internet, pero adelanta datos sobre la efectividad de su trabajo. Este reportero la consultó:
–Me dieron su teléfono porque quiero saber qué necesito para tramitar una licencia de un restaurante bar en Zapopan.
–Bueno, debe tramitar licencia sanitaria y licencia municipal para poder operar.
–Pero estoy en una zona donde me dicen que no puedo operar, porque los vecinos no quieren que se autorice ningún negocio.
–Bueno, eso ya no es orientación, lo que se requiere es directamente la gestión. Nosotros sacamos la licencia de restaurante Alas-Wings, que los vecinos no querían; atendemos situaciones difíciles. ¿Me dice que quiere licencia para un restaurante? Entonces necesita la licencia municipal y la sanitaria, que para un negocio de esos más o menos le sale en 20 mil pesos con venta de cerveza; ya si va a vender licores, esa es otra licencia aparte y el costo sube.
–¿En cuánto saldría si abrimos como bar, y si ustedes me ayudan con toda la gestión?
–Bueno, hay que ver si desea operar toda la noche o sólo el horario permitido, pero sí anda arriba de 70 mil u 80 mil pesos.
–Es un negocio que queremos poner por el rumbo de la carretera a Nextipac, y la gente no quiere.
–Tú mándame un correo con todos los detalles y luego te digo. Así, más o menos, trabajan en el área de Inspección y Reglamentos y en Padrón y Licencia.
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