GUADALAJARA, JALISCO (26/AGO/2013).- El poder adquisitivo de los jaliscienses se debilita. De 2011 a la fecha, el salario promedio de los habitantes del Estado se ha incrementado en tres puntos porcentuales, pero, descontando la inflación, lo que ha sucedido es un decrecimiento del ingreso.
La semana pasada José Palacios Jiménez, secretario de Desarrollo Económico del Estado, informó que de enero a julio de este año se crearon en la Entidad 33 mil 907 plazas laborales, principalmente en el sector comercial y de servicios.
Aunque Jalisco es uno de los estados que más ha generado plazas laborales en los primeros siete meses de 2013, muchos de éstos son trabajos salarialmente bajos y con prestaciones mínimas.
La dependencia que muestra la economía jalisciense del comercio empuja los salarios a la baja, y con ellos, al consumo y al crecimiento en general.
Al reportar un salario promedio diario de 280.15 pesos, el Estado se encuentra apenas ocho pesos por encima de la media nacional y, según la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), el ingreso promedio se ubica por abajo de entidades como el Distrito Federal y Nuevo León.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), prácticamente la cuarta parte de la economía estatal se genera en el sector comercio, lo que para algunos expertos tiene una doble lectura. “Los comercios pueden ser una debilidad o una fortaleza; nos blindan del mercado externo, pero también con una caída del consumo podemos tener muchos problemas”, afirma Pablo de la Peña, académico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Guadalajara.
Para los líderes sindicales de Jalisco, los problemas ya están aquí. Antonio Álvarez Esparza, secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), y Rafael Yerena Zambrano, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), afirman que este año se percibe muy parecido a 2008, cuando estalló la crisis inmobiliaria en Estados Unidos, el mayor socio comercial de México, y arrastró a la economía nacional.
“No hay circulante, los inversionistas están prácticamente parados”, señala Yerena Zambrano.
Los líderes sindicales dicen que quieren evitar que 2014 se convierta en otro 2009, año en el que la crisis se manifestó con más fuerza y cuando localmente hubo despidos, recortes de jornadas laborales y descansos obligatorios.
Alfredo Barba, secretario general de la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (FROC), dice que, como medida preventiva, los representantes laborales han dialogado con los representantes patronales.
El Informador