decir que solamente con una licencia temporal se va a arreglar el desorden administrativo y la corrupción que tiene sumido al ayuntamiento de Guadalajara”, señaló Miguel Ángel Monraz Ibarra, presidente del Acción Nacional en Jalisco.

Miguel Ángel Monraz Ibarra denuncia corrupción, siendo también él, un corrupto, fue inspector de reglamentos de Guadalajara en tiempos de la administración municipal del corrupto y arbitrario de César Coll Carabias, en la época en que a su esposa Maribel Alfeirán (hoy regidora de Guadalajara), se le acusó de que se llevó del DIF hasta el equipo de sonido (CD) al término de la administración y en el que le demostraron faltantes de dinero cuando ella estuvo al frente del DIF y otras cosas, es el caso que Coll Carabias  utilizó a Monraz Ibarra para reprimir manifestaciones pacíficas en la Plaza de Armas, y es así que ciudadanos o grupos indígenas de la sierra de Manantlán o de la costa, fueron reprimidos ferozmente por Miguel Ángel Monraz Ibarra y sus hordas de golpeadores, robándoles equipos de sonido, mesas, dinero, entre otros, y además en ocasiones  encarcelándolos bajo supuestos delitos fabricados por Monraz Ibarra, lo cual evidencia la actuación corrupta, represora y ratera de Miguel Ángel Monraz Ibarra. Es por abusos y robos, que indígenas de la sierra de Manantlán denunciaron a Miguel Ángel Monraz Ibarra ante la Procuraduría del Estado por el robo de equipos de sonido y de 20,000 pesos.

LOS VIAJES DE MARIBEL ALFEIRÁN la esposa de César Coll Carabias: LA FALSA MORAL DE LA FAMILIA COLL SEGÚN LA REVISTA CONCIENCIA PÚBLICA

Maribel Alfeirán de Coll

La auditoría interna del Ayuntamiento de Guadalajara estableció que la entonces presidente del DIF Guadalajara (de 1995 a 1997) Maribel Alfeirán Ruiz de Coll (hoy regidora en Guadalajara), visitó repetidamente Tierra Santa en compañía de sus amigas y pagando con el dinero público que se debería haber destinado a las familias desprotegidas y en condiciones de miseria, a los niños abandonados, a las madres solteras, a los discapacitados, en fin, a las personas que sobreviven en condiciones apremiantes.

El Partido Acción Nacional llegó al poder en Jalisco enarbolando la bandera la honestidad, incluso el eslogan de campaña a la gubernatura del Estado ya las alcaldías metropolitanas se basaba en la oferta de que “Con honestidad se hace más”.

Y sí, hicieron más, crecieron sus patrimonios, enriquecieron sus arcas, multiplicaron sus viajes y beneficiaron a familiares y amigos a corta del erario público. De ahí que la falsa moral que ofrecieron fue uno de los peores pecados cometidos en estos 18 años de gobiernos azules.

En el caso concreto de Guadalajara, la actuación de la familia del alcalde César Luis Coll Carabias dejó mucho que desear, ya que a su llegada arremetieron contra los medios de comunicación tildando de corrupto a cuanto reportero trabajara en algún medio masivo que tuviera contrato de publicidad con la administración municipal.

Vino luego la prohibición a las empleadas del municipio, de que usaran minifaldas, blusas escotadas y todo tipo de ropa entallada, dejando ver los prejuicios que se les habían inculcado en el seno de la organización secreta de ultra derecha, conocida como El Yunque.

En contraste con la falsa moral que predicaban, los Coll se vieron envueltos en escándalos en el manejo de los recursos públicos, que llegaron a su clímax con la auditoría interna que el propio gobierno municipal realizó, en la que salió a la luz un desvío de recursos por 64 millones de pesos, sólo en el DIF Guadalajara.

Ahí, dice la auditoría, la titular Maribel Alfeirán Ruiz de Coll (hoy regidora en Guadalajara), visitó repetidamente Tierra Santa en compañía de sus amigas y pagando con el dinero público que se debería haber destinado a las familias desprotegidas y en condiciones de miseria, a los niños abandonados, a las madres solteras, a los discapacitados, en fin, a las personas que sobreviven en condiciones apremiantes.

La auditoría con cargos millonarios llegó al Congreso del Estado, se dictaminaron los desvíos, se rechazó la cuenta pública, pero finalmente se intercambiaron favores de protección entre diputados de distintos partidos y el delito se quedó sin castigo. El entonces diputado Raúl Padilla López fue clave para que el delito cometido por la señora Alfeirán quedara impune.

Herbert Taylor, secretario del sexenio emilista, el 11 de julio de 2015, a la periodista Griselda Torres  Zambrano le declaró y  no se anduvo por las ramas y acusó que el PAN Jalisco está dirigido por una “gavilla de delincuentes”, esto, entre otros, refiriéndose a Miguel Ángel Monraz Ibarra y que “Se rolaban switcheándose diputaciones locales y federales. Miguel Monraz, el jefe del partido, viniéndose de candidato, Chema Sotelo mandando a su hermana de regidora, Juan Carlos Márquez, que es conocido por delincuente tomando posesión de regidor, eso lo sabe la gente y dijo, el partido ya no es reflejo para nosotros. Saben que hay una gavilla de delincuentes dirigiendo, y esa gavilla de delincuentes que hoy están deben de renunciar”, dijo.