Tras 5 meses de la agresión, hoy López Aguilar dio su testimonio en conferencia de prensa.

“Primeramente quiero dar las gracias a los doctores del Centro Médico que me atendieron muy bien. Yo pienso que por eso sobreviví, por la rapidez que tuvieron en atenderme, desde Ocotlán hasta aquí en Guadalajara”, señaló.

El joven recibió el disparo de arma de fuego el 29 de diciembre de 2012 mientras se encontraba en Ocotán; éste quedó tirado en el lugar, y fueron los bomberos municipales quienes lo apoyaron para llevarlo al Hospital General de Subzona número 6 del citado municipio, donde arribó cerca de las 4:30 de la madrugada. Una vez estabilizado, el doctor Juan Gerardo Rodríguez, gestionó su traslado vía ambulancia terrestre al Hospital de Especialidades y fue atendido en el departamento de neurocirugía.

El doctor Cesar Cañedo, expresó que el 90 por ciento de los pacientes con lesiones cerebrales por arma de fuego no logran salvarse. En su caso, López Aguilar lo logró por la atención médica oportuna, por su juventud y por el equipo de neurocirugía de este hospital.

Cañedo precisó que en 2012, en este departamento de neurocirugía se recibieron tres casos de agresiones por arma de fuego al mes en promedio. “Y hay una mortalidad entre un 90 y 95 por ciento”.

Pedro López quien trabajaba como auxiliar de laboratorio en el Seguro Social de Ocotlán va a ser pensionado y seguirá en tratamiento. Aun requiere una operación para colocarle su propio hueso del cráneo que por el momento tiene alojado en la cavidad intestinal, en tanto los médicos autorizan la cirugía. A sus 30 años de edad, este joven esposo y padre de una niña, dijo que la experiencia le sirvió para cambiar su vida y sobre todo conocer quienes son amigos.