Este jueves, la Delegación Estatal de la PGR informó en un comunicado que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) les puso a disposición este aseguramiento en la Región Sureste del Estado, en los límites con el Estado de Michoacán.

Los militares les informaron que dieron con el armamento cuando realizaban un recorrido por las calles del Fraccionamiento Camino Real.

Ahí vieron dos vehículos abandonados y al registrarlos localizaron un fusil Barret calibre .50, con los que criminales han derribado helicópteros en diversos enfrentamientos con el Ejército y diversas autoridades a lo largo del país, el más reciente en La Huacana, Michoacán, en septiembre pasado.

El fusil de alto poder venía con una carrillera con 12 cartuchos del mismo calibre.

Las otras armas eran un rifle de asalta AK-47, también conocido como cuerno de chivo, una escopeta calibre .308, con mira telescópica, una pistola calibre .45, 15 cargadores de diversos calibres, 364 cartuchos, y un chaleco táctico, se detalló en el informe difundido.

Aunque se trató de armas pesadas, el personal de la Sedena no logró capturar a quienes estaban a cargo de las mismas.

Un agente del Ministerio Público federal tomó conocimiento del caso, e inició una carpeta de investigación contra quien resulte responsable por violaciones a la Ley Federal de Arma de Fuego y Explosivos.

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