En lugar de colocar las típicas calabazas y fantasmas amigables correspondientes al Halloween, esta vecina decidió crear maniquíes empalados, desollados, ensangrentados y crucificados justo en su jardín, cerca del camino que muchos niños de la zona toman para ir al colegio.
La exhibición de distintas formas de tortura para recibir la Noche de Brujas es tan brutal que varios vecinos se unieron para pedirle a las autoridades locales que hagan algo al respecto, divulga el portal Unilad.
'Son tan realistas,' detalla una madre local. 'Que tienes que asegurarte de que no sean cadáveres reales'.
No obstante las quejas, Vicky Barrett, la creadora de tan espeluznante trabajo, asegura que no ha recibido queja alguna de ninguno de sus vecinos, pero que sí considera que sería bueno bajar el nivel de detalle de sus creaciones.
Diario