El capitán relató que primero se acercaron dos lanchas armadas, como las que usan las fuerzas iraníes en el golfo.
Luego se acercaron tres botes más y se realizaron los tiros de advertencia. Posteriormente le dieron la orden de que se detuviese, pero el capitán no obedeció y decidió dirigirse hacia Dubái.
El barco se encontraba a 15 millas de la costa iraní al momento del incidente.
El capitán añadió que el barco probablemente no recibió ningún impacto y no hay heridos, aunque dijo que conducirá un chequeo completo para verificar si hay daños.
La autoridad portuaria de Singapur confirmó que toda la tripulación está a salvo y que no hay ciudadanos singapurenses a bordo.
Ya en la noche del jueves, la autoridad portuaria singapurense dijo que el carguero se encuentra en aguas territoriales de los Emiratos Árabes Unidos.