“Si nos hubiera dicho lo que estaba haciendo, no habríamos aceptado hacer el envío”, dijo un vocero de la empresa de correos que realizó el traslado. La caja tenía muy poco aire y ningún hoyo por donde respirar, por lo que Hu no sobrevivió al loco intento. Cuando su novia abrió el paquete, estaba muerto.
De milagro, los médicos llegaron a tiempo para revivirlo. La macabra sorpresa fue registrada por un amigo que lo había ayudado a llevar adelante la idea, cerrando la caja con cinta de embalar. Luego, se había adelantado rumbo a la oficina de Li con la “secreta” misión de grabar en video la apertura del paquete.