La corte determinó por unanimidad que prohibir la venta de envases mayores a 473 ml de gaseosas y otras bebidas azucaradas era un "exceso del poder ejecutivo" que violaba "el principio estatal de la separación de poderes".
El alcalde Michael Bloomberg propuso el control de bebidas como una manera para controlar el creciente problema de obesidad entre muchos neoyorquinos.
Pero quienes cuestionan la decisión del alcalde aseguran que se trata de un ataque a la libertad de elección de los consumidores.