La 22.ª Unidad Expedicionaria de los Marines (MEU), compuesta por unos 4500 marineros e infantes de marina, participa en las maniobras.
El ejercicio se lleva a cabo utilizando el buque de asalto anfibio USS Iwo Jima y dos muelles de transporte de desembarco, el USS San Antonio y el USS Fort Lauderdale. Imágenes satelitales confirman el despliegue de destructores de la clase Arleigh Burke para brindar cobertura al grupo.
Los ejercicios se llevan a cabo en un contexto de fuerte deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela.
El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump está aumentando su presencia militar en la región caribeña con el pretexto de combatir el narcotráfico.
En los próximos días, Washington planea desplegar diez aviones de combate F-35 de quinta generación en Puerto Rico, lo que, según expertos, podría estar relacionado con los preparativos para una posible escalada contra Caracas.
Anteriormente, la Armada estadounidense desplegó un grupo naval frente a las costas de Venezuela y también atacó una embarcación que había zarpado de la costa del país, lo que provocó protestas de las autoridades venezolanas.